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Mauricio Kuri: El Arte de Gobernar Desde la Oposición.

Cuando México enfrenta choques políticos constantes, su caso es un recordatorio de que el talento y el tacto político existen.

Por: La Palabra Política.
Querétaro, 23 de septiembre del 2025.

En tiempos donde la política mexicana parece un campo de batalla, donde la confrontación domina más que el diálogo y la descalificación pesa más que la propuesta, aparece un caso que rompe con esa inercia: Mauricio Kuri González, gobernador de Querétaro. Un panista que, lejos de encender hogueras inútiles, decidió tejer puentes. Un político que ha demostrado que se puede criticar sin destruir, oponerse sin sabotear, y gobernar sin perder de vista lo esencial: el bienestar de su gente.

Mauricio Kuri González, gobernador del Estado de Querétaro.

Kuri no es un improvisado. Antes de la política, ya tenía un recorrido en el ámbito empresarial y social, lo que le dio una visión distinta del poder: la de resolver problemas, no crearlos. Y esa mirada la ha trasladado a su gobierno en Querétaro. Crítico cuando debe serlo, firme cuando lo exige el momento, pero también ecuánime, calculador y respetuoso en las formas. No juega a la sumisión, pero tampoco al pleito estéril. Y ahí radica su estilo: madurez política.

Lo más llamativo de su actuar es cómo, desde una trinchera opositora, ha sabido sentarse con la Presidenta de México y con los secretarios federales, no como adversario irreconciliable, sino como socio en el desarrollo del estado. No se trata de halagos ni de adulaciones se trata de inteligencia. Entendió que gobernar no es andar en campaña eterna ni buscar reflectores con gritos y pleitos mediáticos. Gobernar es tender la mano, pactar, coordinar y sacar adelante proyectos que beneficien a los ciudadanos.

Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México y Mauricio Kuri González, gobernador del Estado de Querétaro.

Mientras en otros rincones del país se ve cómo los egos personales frenan acuerdos o cómo las pasiones ideológicas ciegan la gestión pública, en Querétaro se percibe otro ambiente. Un gobierno ordenado, con rumbo, que entiende que la política no se hace para la tribuna, sino para la gente. Kuri ha demostrado que se puede ser opositor sin caer en la trinchera del “no por el no”, y que el respeto mutuo con la Presidencia no significa debilidad, sino fortaleza.

Este estilo tiene un valor enorme en el contexto nacional. Porque si algo hace falta en la política mexicana es precisamente eso: actores capaces de ver más allá de su partido, de su grupo o de su narrativa. Mauricio Kuri ha convertido su gobierno en ejemplo de que sí es posible gobernar desde la oposición con pulcritud, con equilibrio y con un sentido claro de responsabilidad.

Mtro. Omar García Harfuch, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, y Mauricio Kuri González, gobernador del Estado de Querétaro.

Hoy, cuando México enfrenta choques políticos constantes, su caso es un recordatorio de que el talento y el tacto político existen. Que el oficio no está peleado con la crítica. Que el respeto no está reñido con la firmeza. Y que la oposición, lejos de ser sinónimo de confrontación permanente, puede ser sinónimo de inteligencia.

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