Su capacidad para gestionar, innovar y, sobre todo, para adaptarse a los retos del presente y del futuro, lo posiciona como uno de los pilares de la 4T.
Por: La Palabra Política.
CDMX, 18 de octubre del 2024.
Zoé Robledo Aburto, actual Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se ha convertido en una de las piezas clave para la consolidación del Proyecto de Nación de la Cuarta Transformación, liderado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y ahora respaldado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Su nombramiento al frente del IMSS no fue solo un gesto de confianza en su capacidad como político y servidor público, sino una decisión estratégica que lo colocó como uno de los pilares en el proceso de renovación de una de las instituciones más importantes de México.
El IMSS, una institución emblemática dentro del esquema de protección social del país, había sufrido los embates del neoliberalismo durante décadas. La falta de inversión, la corrupción y la ineficiencia administrativa habían mermado la calidad del servicio, lo que derivó en deficiencias que afectaron tanto a los derechohabientes como al personal médico y administrativo. En este contexto, la tarea encomendada a Zoé Robledo en 2019 fue titánica: la reconstrucción del IMSS, no solo desde el punto de vista material, sino también en términos de confianza y credibilidad ante la población.
Robledo Aburto ha enfrentado el reto con determinación, profesionalismo y visión. Su formación como abogado y su experiencia en cargos públicos lo han dotado de una perspectiva integral sobre los desafíos que enfrenta el sector salud en México. Desde su llegada a la dirección del IMSS, ha implementado estrategias orientadas a mejorar la atención médica, aumentar la infraestructura hospitalaria y garantizar los derechos laborales del personal médico. Sin embargo, reconoce que el camino es largo y que las deficiencias heredadas no se resolverán de la noche a la mañana.
Bajo su liderazgo, el IMSS ha dado pasos significativos hacia la transformación. La pandemia de COVID-19 fue una prueba de fuego para Robledo y su equipo, quienes enfrentaron una crisis sin precedentes en la historia reciente del país. Si bien la respuesta del IMSS no estuvo exenta de dificultades, Zoé Robledo mostró su capacidad para gestionar situaciones complejas, coordinando la construcción de hospitales temporales, la adquisición de insumos médicos y la movilización del personal de salud. Esta capacidad para adaptarse a circunstancias críticas y mantener en marcha una institución de la envergadura del IMSS lo ha consolidado como un líder indispensable en la Cuarta Transformación.
La visión de Robledo ha ido más allá de la emergencia sanitaria. Desde que asumió la dirección, ha trabajado para fortalecer la infraestructura del IMSS, apostando por la construcción de nuevos hospitales y clínicas, así como la modernización de las instalaciones ya existentes. Además, ha impulsado una serie de reformas para mejorar las condiciones laborales del personal médico y administrativo, entendiendo que una de las claves para el éxito de la institución radica en el bienestar de quienes la hacen funcionar día a día.
No obstante, a pesar de los avances, Zoé Robledo es consciente de que aún quedan grandes retos por enfrentar. El IMSS sigue lidiando con problemas de saturación en algunas de sus unidades médicas, falta de personal especializado en áreas críticas y deficiencias en el suministro de medicamentos. Sin embargo, el compromiso de Robledo con la transformación del IMSS es inquebrantable. Su enfoque está puesto en la solución de estos problemas a largo plazo, apostando por un modelo de atención más eficiente y equitativo que garantice el acceso a la salud para todos los mexicanos.
El respaldo que ha recibido de la presidenta Claudia Sheinbaum es un reconocimiento a su labor y un voto de confianza para que continúe con el proceso de renovación institucional. Sheinbaum, consciente de la importancia del IMSS dentro del esquema de bienestar social que sostiene a la Cuarta Transformación, ha dado su apoyo incondicional a Zoé Robledo, asegurando que cuente con las herramientas necesarias para seguir avanzando en este proceso. La presidenta entiende que el fortalecimiento del IMSS es esencial no solo para mejorar la salud pública, sino también para consolidar los logros de este proyecto de Nación.
La figura de Zoé Robledo ha trascendido más allá de su papel como director del IMSS. Su liderazgo, su capacidad para negociar y resolver problemas complejos, y su compromiso con los principios de la Cuarta Transformación lo han posicionado como un referente en la política mexicana contemporánea. Su trabajo no solo está alineado con los ideales del expresidente López Obrador, sino que también forma parte integral del «Segundo Piso» de este proyecto transformador que Claudia Sheinbaum busca consolidar en su gobierno.
En resumen, Zoé Robledo Aburto ha demostrado ser un líder fundamental en la reconstrucción del IMSS, una institución que, aunque aún enfrenta desafíos importantes, ha mostrado una clara mejoría bajo su dirección. Su capacidad para gestionar, innovar y, sobre todo, para adaptarse a los retos del presente y del futuro, lo posiciona como uno de los pilares de la Cuarta Transformación. Su labor al frente del IMSS no solo es un reflejo de su profesionalismo, sino también de su profundo compromiso con el bienestar de los mexicanos, lo que asegura que su legado perdurará en la historia del sistema de salud pública de México.