Política

Rosa Icela Rodríguez: El Rostro Humano de la SEGOB en la Lucha Contra la Desaparición.

Bajo la batuta de la Secretaria Rodríguez Velázquez, la SEGOB ha impulsado unidades de búsqueda.

Por: La Palabra Política.
CDMX, 1 de mayo del 2025.

En un país donde la tierra guarda secretos dolorosos y las madres buscan a sus hijos en cada esquina, la Secretaría de Gobernación cobra un rostro sensible: el de Rosa Icela Rodríguez Velázquez. Lejos del protocolo y la parafernalia política, Rodríguez ha convertido su oficina en un refugio donde las familias de desaparecidos encuentran, más allá de un discurso, un oído que entiende su ira, su frustración y su inmenso dolor.

Rosa Icela Rodríguez Velázquez Secretaria de Gobernación del Gobierno de México.

Cuando los colectivos de buscadoras alzaron la voz, no pidieron cifras ni promesas vacías. Exigieron un compromiso real. Rosa Icela, con la firmeza que alimenta la empatía, escuchó sin titubeos. Aun en medio de los embates de la guerra sucia mediática —desatada por plataformas dispuestas a apuntalar el discurso del cinismo— ella mantuvo la puerta abierta y la mano tendida. Ha sido, en los hechos, un brazo —no sólo de aperos burocráticos, sino de respaldo humano— para quienes buscan respuesta en un laberinto de expedientes y pasillos oficiales.

“No más impunidad para las víctimas”.

Rosa Icela Rodríguez Velázquez
Secretaria de Gobernación del Gobierno de México

De la política de etiquetas al diálogo.

Más que lanzar proclamas contra el pasado, la Secretaría de Gobernación ha apostado por dos herramientas fundamentales: la verdad y la cooperación. Rosa Icela no rehúye el dolor al invocar a los poderes fácticos de otros sexenios; prefiere convocar a los colectivos y a los organismos de derechos humanos para tejer un acuerdo que comience por la memoria y que progrese hacia la justicia. Ese enfoque directo —sin eufemismos ni “discursos domésticos”— ha generado mesas de trabajo donde las madres sienten que sus palabras tienen eco y su desesperación, cauce.

Con culpa del ayer, con responsabilidad hoy.

Enfrentar un fenómeno enquistado durante décadas exige más que echar culpas; exige reparación y prevención. Bajo la batuta de Rodríguez Velázquez, la SEGOB ha impulsado unidades de búsqueda financiadas, protocolos de atención a víctimas y mecanismos de coordinación interinstitucional, a fin de que ninguna llamada quede sin respuesta y ninguna denuncia sin seguimiento. Sí: los recursos recién etiquetados para las comisiones de búsqueda marcan un antes y un después, pero más relevante aún es la voluntad de acompañar a cada madre en el proceso.

Resiliencia frente a la campaña del cinismo.

Pese a los ataques de quienes ven toda muerte como un rédito político, la Secretaría no se ha detenido. Los medios afines a las viejas castas neoliberales—que suelen posar con el poder para proteger sus privilegios— han lanzado dardos. Sin embargo, Rodríguez los recibe con la misma serenidad con la que atiende a una madre desconsolada: articulando una ruta para que el llanto se transforme en acción y las madrugadas de desvelo no queden encerradas en un muro de silencio institucional.

Construir luz desde la oscuridad.

Cada caso de desaparición en México grita la urgencia de tejido social herido. Reconocerlo es apenas el primer paso; el reto es revertirlo. Con Rosa Icela Rodríguez al frente, la SEGOB no pretende curar añicos de confianza de una vez, sino regar gota a gota el compromiso de un Estado que hoy se pone del lado del dolor para, desde allí, construir un mañana menos sombrío.

En un tablero donde la indignación y la esperanza parecen polos irreconciliables, la secretaria ha demostrado que se puede gobernar con memoria y coraje. A quienes aún dudan, les lanza una invitación a acompañar a las buscadoras en su travesía. Y a sus adversarios, el desafío de mostrar una sola propuesta mejor que la suya.

Así, en cada reunión con colectivos, en cada llamado de auxilio atendido, en cada plan de búsqueda que avanza, Rosa Icela Rodríguez Velázquez escribe un capítulo distinto: solitario para quien sufre, pero solidario para quien aspira a un México donde el abrazo de las madres sea más fuerte que el silencio de la injusticia.

Acerca del autor

La Palabra Política

Escribir un comentario

× ¿Cómo puedo ayudarte?