Entrevista/ La Palabra Política/ 212 /Julio 15 de 1995. Villahermosa, Tabasco.
Esta entrevista se realizó durante los éxodos a la ciudad de México, concluyendo en su casa en Galaxia. La entrevista es muy extensa. Sólo publicamos el texto relacionado con el proyecto que tenía de llegar gobernar el estado. Ideas que, desde entonces, hasta el día de hoy, ninguno de sus gobernadores, adoptó ni puso en marcha. La entrevistas se realizó entre José Frías Cerino y José Rodríguez Castro.
¿Qué cambios crees que está demandando el estado?
Siento que hay que acabar con el lastre que se ha venido formando en la vida pública del estado. Ese lastre son los grupos de poder económico que de 30 años a la fecha han venido medrando con el presupuesto público.
¿Es una cruzada por el rescate de principios?
Por la honradez. Rescatar la honradez, los valores perdidos; vamos hacia el estado, por eso se oponen a nosotros, porque saben muy bien y además están equivocados que si llegamos barremos y pedimos cuentas, porque no va a ser borrón y cuenta nueva: vamos a revisar todo; y me podrás decir, que alguien podrá pensar que por eso no voy a llegar. Bueno, pues no importa. No llegaría de otra manera; si llego, voy a llegar a eso, a limpiar. Ahora, el hombre de trabajo, el que, con esfuerzo, de conformidad con la ley produce, genera empleos, crea riqueza, ese merece respeto, protección, respaldo. Nosotros estamos contra la riqueza mal habida que, insisto, ha sido el principal problema de Tabasco. Algún día voy a escribir un libro sobre los negocios de familia.
Ahora es otra cosa. Ha cambiado la mentalidad del pueblo. Hay una nueva realidad política. Hay un pueblo más contestatario, más politizado, más exigente del cumplimiento de sus derechos. Eso es lo que ha cambiado el pueblo del 88 a la fecha (julio/15/ 1995) y no siempre lo han entendido los hombres del gobierno, porque ellos están hechos o formados en otra escuela. Ellos están acostumbrados a ver a Tabasco siempre desde las alturas de la clase política. Pensaban que la política era algo exclusivo de un grupo de hombres, de una élite”.
Sí, pero todo eso cambió ya, y ellos se quedaron con esa idea y no aceptan que ya hay un nuevo reacomodo social y político. Ahora la política la hace el pueblo. Eso es un cambio. No es asunto nada más de los políticos. Es asunto de todos. Cada tabasqueño en estos momentos es un político en potencia, porque reitero, hay más politización. Ellos, los hombres del gobierno no aceptan eso, no quieren verlo, porque, además, choca con su formación. Se quedaron el tiempo aquel cuando la política se hacía con las guayaberas, los conjuntos, el buen vestir, el buen comer, los buenos modales y, a veces, el sombrero, las botas y el asunto de los de arriba, como algo que solamente tiene que ver con los de arriba.
Estamos viviendo un periodo decadente en lo estructural. Estamos perdiendo nuestra vocación agrícola. No hay el mismo impulso por las actividades agropecuarias que había en tiempos pasados. Algo similar no está sucediendo con la cultura. Tengo la impresión de que se está leyendo menos que antes. Hay menos impulso al arte, a la cultura. Por eso la renovación, por eso el cambio.
“Pero quiero insistir que en lo estructural este periodo de decadencia que vive Tabasco se profundiza conforme pasa el tiempo. Vamos en picada. Es un proceso de degradación progresiva. Esto es más de una crisis económica. Tiene que ver con todos los campos de la vida pública. Pero lo importante es que ya está en marcha todo un proceso de renovación, todo un movimiento que es importante que lo suman cada vez más los tabasqueños”.
Esto es un proceso.
En cuanto a lo que habría de hacerse para no perder lo logrado, bueno, es parte de la concientización del pueblo. Es algo que tiene que ver con la familia y con la educación, con los cambios que se tiene que ir dando y que yo siento que se está dando. Lo que pasa es que la sociedad es un cuerpo de avance lento, cuando se trata de los cambios sociales y políticos. Hay un proceso de gestación y otro de desarrollo. No sólo hay que cuidar que se mantenga la libertad, lo ganado, sino que hay que procurar también, y esa es la síntesis, que el cambio se dé en equilibrio de derechos y deberes.
“Yo creo que para el caso nosotros, el reto es ya quitarle el miedo a la gente, o que la gente ejerza su libertad, o se comporten como hombres o mujeres libres; creo que el reto para nosotros es darle concierto, orden, ritmo a ese caudal de voluntades para no caer en la anarquía”.
“Pero sí, necesitamos imprimirle valores, moralizar el oficio de la política, pero no sólo eso. Necesitamos una renovación moral a fondo de la sociedad. Lo que hablaba a los jóvenes empresarios tabasqueños, hace unos días, por ejemplo, en el sentido que salieron todos puques. A los mejor hay alguna excepción. Pero en lo general son fantoches, ni siquiera bien preparados, pero sí muy ávidos de hacer dinero rápido y fácil. En el sentido estricto no son empresarios. Sus padres hicieron dinero a base de esfuerzos, de sacrificios, de conformidad con la ley, pero ellos están terminando con esos patrimonios y con el decoro, con el prestigio de sus padres”.
“Si ya llegamos al fondo, bueno, vamos a plantearnos todos los tabasqueños una verdadera renovación, vamos a hacer otro pacto social para la convivencia, vamos a establecer una nueva legalidad. Necesitamos entender todos que el modelo predominante está agotado y que nos lleva a todos a la inseguridad, a la degradación. Propongamos un nuevo pacto. Creo que todos estamos interesados en que Tabasco salga adelante y que debemos de contribuir a esta renovación. Vamos a utilizar nuestro talento, nuestra imaginación para echar a caminar esto. Los tabasqueños somos muy políticos en ese sentido, capaces de remontar épocas de crisis”.
En este pacto debemos participar todos. Hay que hacer la convocatoria, lanzarla. Primero, aceptando la realidad, que esto ya cambió y que nadie a poder vivir en estado excluyendo; aceptando que este modelo del derroche, del desarrollismo no va a dejar nada bueno y aceptando que ésta tiene que ser la casa de todos. El balance es que degradaron nuestro territorio, se contaminaron las aguas. Nuestros padres nos dejaron un estado próspero, lo que recibimos como generación era mejor que esto en todos los sentidos y lo que nosotros vamos a entregar a nuestros hijos es indudablemente algo desastroso en todos los sentidos.
“Pero hay tiempo – exclama – para que entre todos iniciemos una renovación a fondo en todos los campos de la vida pública: lo que tiene que ver con el cuidado de nuestro medio ambiente, con la economía, la sociedad, la política, la cultura, con todo. Entonces, hay que hablarlo, hay que discutirlo.
“Hay gente en Tabasco que entiende de esta situación, gente que está pensando en el mañana, en qué trabajo va a obtener para vivir, hay gente que tiene otra filosofía, que sabe que no sólo de pan vive el hombre, que le preocupa como persona creativa más la convivencia, la armonía de todos los seres humanos. Hay en Tabasco condiciones para que se dé esa posibilidad. Es decir, hacer a un lado todas las ambiciones mezquinas, estos que se instauró en Tabasco de medrar a costa del dinero público y del sufrimiento de todos. Desterrar todo eso y todos podremos vivir. Esta casa tiene para mantener a todos sus hijos y para mantener buenos niveles de vida.
“En fin – insiste –, es cosa de analizarlo, pensarlo y no estar obcecado por el cargo público, por la concepción de mando, porque eso va a quedar rebasado. Es decir, la gente ya no quiere nada con los políticos del viejo cuño.
La convocatoria la podrían lanzar un grupo de tabasqueños de todas las clases sociales, de todos los sectores. Esto no puede ser un asunto de partido. Eso es algo más allá de los partidos políticos. Esto tiene que ver con empresarios, comerciantes, artistas, periodistas, productores, campesinos, pescadores, universitarios, centros de enseñanza de todos los niveles, prestadores de servicios, instituciones religiosas. Tiene que ver con todo lo que es la sociedad.
“Por lo demás, es o que la gente está esperando, porque no hay opciones. La gente dice: ‘bueno, ya se acabó esto, pero ¿qué tenemos que hacer? ¿Hacia dónde vamos’? El pueblo, la mayor parte de las veces, sabe lo que no quiere, pero no siempre sabe lo que quiere. Sabe el pueblo lo que no quiere, pero no toda la gente tiene claridad de lo que quiere y cómo lograrlo. Entonces, esa sería la función de esa convocatoria y que tiene que ver con todos los integrantes del cuerpo social.
“El espectáculo que se ha venido dando en el estado es denigrante: pastores, presbíteros metidos en la corrupción, formando parte de esa vasta red de intereses, de componenda y complicidades. Entonces, es la convocatoria de un nuevo pacto, porque hay gente buena, porque la mayor parte de la gente de Tabasco y de México, tiene valores, principios. La corrupción somos todos, pues. Hay que localizar el problema y con esa potencialidad que hay, en el pueblo, corregir”.
Continuará…