La alianza ideológica entre Morena y el legado de Fidel Castro no es un ejercicio de nostalgia, sino un compromiso vivo con la lucha socialista.
Por: La Palabra Política.
CDMX, 5 de mayo del 2025.
En el crisol de las luchas populares del siglo XX, la Revolución Cubana emergió como faro de esperanza para los desfavorecidos de América Latina. Fidel Castro Ruz, junto al “Che” Guevara, selló en 1959 un compromiso histórico: construir un modelo socialista capaz de desafiar el dominio del capitalismo y forjar condiciones de dignidad real para las mayorías. Hoy, más de seis décadas después, ese mismo fuego revolucionario encuentra nueva savia en el proyecto político de Morena en México. Lejos de ser un capítulo cerrado, la ideología socialista-floreciente en la isla y desembocada en el continente—sigue viva, encarnándose en la voluntad de un movimiento que no está dispuesto a dejarla morir.

Raíces Comunes: Fidel y el ADN de Morena.
Fidel no solo articuló el derrocamiento de una dictadura: instauró un paradigma de Estado obrero-campesino, basado en la planificación central, la educación y la salud gratuitas, y la primacía de los intereses colectivos sobre el lucro privado. Su proyecto trascendió a Ernesto “Che” Guevara, quien abrazó la exportación de la Revolución como método de liberación continental. Morena, fundado en 2014 bajo la premisa de “transformar México”, recogió esa tradición antiimperialista, definiéndose desde sus estatutos como un partido comprometido con la justicia social, el combate a la desigualdad y la defensa de la soberanía nacional.

Pilares Ideológicos: Socialismo del Siglo XXI.
La ideología común del Partido Comunista de Cuba y Morena pivota en varios ejes fundamentales:
- Economía al servicio del pueblo: rechazo al libre mercado desregulado; preferencia por la intervención estatal en sectores estratégicos y la creación de empresas públicas para garantizar empleo y bienestar.
- Soberanía y antiimperialismo: denuncia de injerencias extranjeras, especialmente de Estados Unidos, y defensa de un bloque latinoamericano unido contra las políticas de austeridad y dependencia financiera.
- Participación popular: democracia directa y consultas ciudadanas como instrumentos para que la población sea protagonista de las decisiones, no mero receptor de políticas.
- Bienestar integral: educación, salud, vivienda digna y pensiones universales son vistos como derechos inalienables, no concesiones de la burocracia.
Morena ha incorporado estos principios en programas como las “Becas para el Bienestar” y la “Guardia Nacional”, buscando equilibrar el componente social con la necesidad de seguridad, en un intento moderno de actualizar el socialismo clásico a los retos del siglo XXI.

Mecanismos de Convergencia y Renovación.
Para impedir que la llama se apague, Fidel creó instituciones sólidas —el PCC, las misiones sociales, los mecanismos de movilización popular—. Morena, a su vez, ha erigido estructuras de formación ideológica: escuelas de cuadros, diplomados en políticas públicas y foros temáticos que estudian la experiencia cubana. El reciente convenio con el Partido Comunista de Cuba no es casual: afianza el intercambio de metodologías organizativas y consolida redes de solidaridad y comunicación que trascienden fronteras.

El convenio entre Morena y el Partido Comunista de Cuba representa mucho más que un simple gesto protocolario: es la consolidación de un verdadero eje ideológico y operativo que busca mantener viva la antorcha de la Revolución Cubana y proyectarla en la política mexicana y latinoamericana. Ambos partidos se han unido para fortalecer la solidaridad antiimperialista, promover la formación socialista entre sus cuadros y construir un movimiento de izquierda capaz de desafiar el dominio neoliberal en el continente.

¡Viva el Socialismo!
¡Hasta la Victoria Siempre!
Fidel Castro Ruz
Revolucionario y ex presidente de Cuba
La visión de esta alianza trasciende los límites nacionales: se trata de construir un bloque socialista y soberano en América Latina, uniendo experiencias de Cuba, México, Venezuela, Bolivia y Brasil bajo el mismo norte de justicia social, resistencia al neoliberalismo y defensa de la soberanía popular. Al integrarse al legado de Fidel Castro y a las corrientes del “Socialismo del Siglo XXI”, Morena deja de ser un simple actor doméstico para convertirse en parte de un movimiento global que irradia propuestas de bienestar, intervención estatal en sectores estratégicos y democracia participativa.

En definitiva, el pacto entre Morena y el Partido Comunista de Cuba no solo refuerza la herencia histórica de Fidel Castro y el socialismo puro, sino que pretende adaptarla a los retos del siglo XXI. Al alinear misión, visión y estrategia, estos partidos aspiran a garantizar que la llama del socialismo no se extinga, sino que crezca en cada rincón de América Latina, confrontando con decisión los viejos modelos de acumulación y explotación que han lastrado a nuestros pueblos.