Política

MORENA: La Burbuja del Poder y el Ego Político.

El pueblo manda, quita y pone, la gente ha demostrado que sabe exigir cuentas y que no teme castigar a quienes traicionan su confianza.

Por: La Palabra Política.

CDMX, 13 de noviembre del 2024.

MORENA, el partido que surgió como la alternativa popular para transformar el país desde sus cimientos, parece estar enfrentando una peligrosa encrucijada. Hoy, sus funcionarios, desde presidentes municipales hasta secretarios de Estado, parecen envueltos en una nube de poder absoluto, una embriaguez que amenaza con socavar los ideales por los cuales se ganó el apoyo de millones de mexicanos. El éxito en las urnas les ha conferido una hegemonía casi total en el sistema político mexicano, pero en lugar de asumirlo con humildad y compromiso, cada vez más voces dentro y fuera del partido advierten que el poder ha nublado su perspectiva y les ha hecho perder contacto con la realidad.

¿Unidad y movilización para quiénes?

Los presidentes municipales, gobernadores, diputados y senadores de MORENA parecen atrapados en un espejismo de éxito perpetuo, en el que la victoria electoral es interpretada como un cheque en blanco para ejercer el poder sin contrapesos. El problema de esta perspectiva es evidente: al interior del partido se ha instalado un ego colectivo que en ocasiones raya en la soberbia. El ejercicio del poder se ha vuelto una meta en sí misma, olvidando que la promesa fundamental de MORENA era poner al “pueblo primero”.

Esta intoxicación de poder no solo se manifiesta en los actos y decisiones de los funcionarios, sino también en las actitudes que estos proyectan hacia la ciudadanía y los propios compañeros de partido. Muchos ciudadanos que pusieron su confianza y sus esperanzas en el proyecto de transformación de Andrés Manuel López Obrador han comenzado a levantar la voz en señal de descontento, pues perciben que sus representantes han dejado de escucharlos. Las demandas legítimas de una sociedad que ansía mejoras tangibles se pierden en un mar de discursos, promesas y juegos de poder.

Se acabaron las elecciones se acabo el amor…

La Realidad Social: Descontento y Señalamientos Públicos.

Uno de los canales más visibles de esta disconformidad es la serie de denuncias y reclamos que emergen en las “Mañaneras del Pueblo”, donde la presidenta Claudia Sheinbaum ofrece un espacio para que la gente exprese sus quejas contra funcionarios que, en teoría, deberían representar el espíritu de justicia y equidad que MORENA pregona. Cada denuncia pública, cada señalamiento de abuso o negligencia es un recordatorio de que el poder no es eterno, y de que la base social que le dio legitimidad a MORENA no es incondicional.

Denuncias y reclamos día a día recibe la Presidenta Claudia Sheinbaum en «Las Mañaneras del Pueblo».

El Desgaste de los Ideales de la Cuarta Transformación.

La “Cuarta Transformación” ha sido el estandarte de MORENA y, en teoría, se basa en principios de justicia social, transparencia y combate a la corrupción. Sin embargo, la embriaguez del poder ha provocado que muchos funcionarios se olviden de estos ideales, priorizando el mantenimiento y crecimiento de su propio poder. Para algunos, parece que el fin justifica los medios, y este fin no es otro que la permanencia en el poder. Esto no solo contradice los principios fundacionales de MORENA, sino que arriesga su legitimidad y lo que debería ser su razón de ser: la justicia y el bienestar del pueblo.

Andrés Manuel López Obrador recorrió el país incansablemente, ganándose la confianza de millones de mexicanos, no desde el poder, sino desde la resistencia. Su movimiento creció por su cercanía con las bases y por representar una voz para los que no la tenían. Hoy, muchos de los que ocuparon estos cargos gracias a su liderazgo han perdido esta conexión, dejándose llevar por la “droga del poder absoluto”.

El Peligro de la Enajenación: Poder sin Límites ni Autocrítica.

La enajenación que atraviesa a MORENA es peligrosa no solo por el riesgo que representa para el propio partido, sino también para el país. La creencia en que el poder de MORENA es absoluto ignora que el verdadero poder reside en el pueblo, que tiene memoria y que puede castigar en las urnas. La historia mexicana está llena de ejemplos de partidos que olvidaron esta lección y que, en consecuencia, terminaron siendo relegados por una ciudadanía que no perdona la traición de sus ideales.

Los ideales de MORENA, encarnados en el legado de López Obrador, no fueron diseñados para ser un eslogan electoral, sino una transformación genuina del país. Si el partido y sus líderes no logran recuperar esa esencia, corren el riesgo de convertirse en aquello que alguna vez juraron combatir: una clase política distante y privilegiada que se olvida de los ciudadanos una vez en el poder.

Renovarse o Morir: El Imperativo de MORENA.

Si MORENA desea evitar la decadencia y permanecer como un verdadero movimiento de transformación, necesita innovar y renovarse. El partido debe recordar que su éxito electoral no fue un regalo ni un accidente, sino la respuesta a décadas de descontento y a una esperanza de cambio. Este momento exige que sus líderes vuelvan a las bases, que escuchen y atiendan a los ciudadanos, y que demuestren que el poder no es una meta, sino un medio para construir un México más justo y equitativo.

El Pueblo Manda, Quita y Pone.

La lección más importante que MORENA debe recordar es que en México, el poder no es absoluto. En un país con una sociedad civil cada vez más consciente y participativa, la gente ha demostrado que sabe exigir cuentas y que no teme castigar a quienes traicionan su confianza. La esperanza de transformación que representó MORENA sigue viva, pero necesita ser alimentada con acciones concretas y con un liderazgo que no pierda de vista la realidad social.

Hoy más que nunca, MORENA está llamado a renovarse, a salir de la nube del poder absoluto y a retomar el camino de sus orígenes. El reto es grande, pero también lo es la oportunidad de demostrar que el cambio es posible, que el poder puede ser usado en favor de la gente y que, al final, el pueblo es quien realmente manda.

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