Este caos interno definirá si el sueño de un cambio real perdura o se desvanece en el laberinto de la política del poder.
Por: La Palabra Política.
CDMX, 10 de marzo del 2025.
Cuando un movimiento revolucionario alcanza la cúspide del poder, el camino no siempre es ascendente; a menudo, la concentración del poder genera fisuras que desembocan en el caos. Así es la situación que vive MORENA en la actualidad, una fase que se asemeja a la «Teoría del Caos»: un proceso casi ineludible en el que la autodestrucción surge de la desintegración de acuerdos, pactos y, sobre todo, de la intransigencia de sus líderes internos.

El Ascenso y la Autodestrucción.
La historia política está llena de ejemplos en los que, al llegar a la cima, los partidos se fragmentan. Cuando el poder se concentra, la competencia interna se intensifica y las lealtades se vuelven frágiles. En el caso de MORENA, la transformación que Andrés Manuel López Obrador inició se ha visto amenazada por la entrada de grupos de poder, tribus y cúpulas que, más que impulsar el cambio, buscan perpetuar intereses personales.
La «Teoría del Caos», ese principio universal que dicta que en los sistemas de alta complejidad el orden puede desmoronarse en un instante, se manifiesta hoy en la lucha interna de MORENA. Lo que comenzó como un movimiento de renovación y esperanza, se ha convertido en un campo de batalla donde cada facción compite por el control absoluto, dejando de lado la visión original de transformación.

Tribus y Cúpulas: El Egoísmo que Desgarra el Movimiento.
Dentro de las filas de MORENA, el enfrentamiento entre las tribus políticas ha alcanzado niveles alarmantes. Los líderes que se autodenominan defensores del cambio ahora se comportan como actores en una obra de poder, sin respetar la investidura de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. En lugar de actuar en unidad, cada grupo favorece sus propios intereses, negociando acuerdos y pactos a espaldas del proyecto original.
Este egoísmo egocéntrico se traduce en decisiones que, lejos de fortalecer el movimiento, lo fragmentan. Las acciones y comportamientos de estas facciones son un reflejo de la decadencia interna que caracteriza a los sistemas políticos cuando el poder se vuelve una mercancía. Los discursos de unidad se quedan en meras palabras, mientras que, en la práctica, se rompen los acuerdos fundamentales y se traiciona la esencia misma de la transformación.

El Caos como Mal Necesario.
En la teoría del caos, se entiende que los sistemas complejos pueden desestabilizarse en ausencia de mecanismos de autorregulación. Así ocurre con MORENA: la falta de un liderazgo unificado y la proliferación de intereses opuestos han desencadenado una situación de inestabilidad interna que pone en riesgo el proyecto que alguna vez prometió un cambio real para México. El caos que se vive hoy no es un accidente, sino el resultado inevitable de un sistema que se ha visto sobrecargado de contradicciones.
Este mal necesario, según algunos analistas, podría ser el impulso que se requiere para purgar a los elementos oportunistas y restablecer la coherencia interna. Sin embargo, mientras las fisuras se abran y los desacuerdos sigan escalando, el riesgo es que el movimiento se desintegre, convirtiéndose en un mero espectáculo de disputas internas.



El Desafío para la Presidenta Sheinbaum.
En medio de este escenario, la figura de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se ve amenazada por la inercia de un poder que se rehúsa a someterse a su autoridad. Aunque en público se proclame el apoyo unánime a su gobierno, la realidad en las cámaras legislativas revela un panorama muy distinto: los diputados y senadores de MORENA actúan por intereses propios, dejando de lado la visión transformadora que dio origen al movimiento.
Sheinbaum se encuentra en una posición compleja. Mientras debe mantener el frente unido ante la opinión pública, en lo interno debe lidiar con una serie de estrategias y maniobras que buscan debilitar su liderazgo. La presidenta, con la serenidad y la inteligencia que le caracterizan, observa con cautela el juego de las tribus, esperando el momento adecuado para reimponer el orden y cerrar las filas del partido.

El Futuro de MORENA en Juego.
El caos que se ha instalado en el interior de MORENA es una advertencia sobre el peligro de perder de vista los principios que dieron origen a la Cuarta Transformación. La lucha interna, marcada por el egoísmo y la intransigencia, amenaza con descarrilar un proyecto que alguna vez fue símbolo de esperanza y renovación.
La verdadera transformación de México dependerá de la capacidad de sus líderes para restaurar la unidad y reestructurar el sistema interno de sus partidos. En este escenario, la Presidenta Sheinbaum Pardo se enfrenta a uno de sus mayores desafíos: imponer su visión de cambio y demostrar que, a pesar de las fisuras y las disputas internas, el poder emana de la unidad y el compromiso con el pueblo.
Si MORENA no logra superar este mal necesario, corre el riesgo de convertirse en otro partido que se fragmenta desde adentro, repitiendo los errores del pasado. El futuro de la transformación en México está en juego, y la respuesta a este caos interno definirá si el sueño de un cambio real perdura o se desvanece en el laberinto de la política del poder.