México está entrando en una nueva era. La república socialista que se está gestando bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum.
Por: La Palabra Política.
CDMX, 11 de septiembre del 2024.
México se encuentra en un momento crucial de su historia política, un punto de inflexión que marca el inicio de una nueva república, diseñada y fortalecida por el socialismo, el comunismo y la ideología de izquierda. Durante más de 90 años, el país estuvo dominado por un sistema capitalista y neoliberal, donde las élites oligárquicas determinaron gran parte de las políticas económicas y sociales, beneficiando a unos pocos a costa de las grandes mayorías. Sin embargo, con la llegada del movimiento encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, conocido como la Cuarta Transformación, México está en el proceso de romper con ese legado, dando paso a un nuevo modelo de gobernanza que busca la justicia social y la equidad.
El proyecto de la Cuarta Transformación no es una simple alternancia política, sino un cambio profundo en las estructuras del Estado mexicano. La apuesta del presidente López Obrador ha sido clara desde el inicio: transformar al país desde sus cimientos, reorientando las políticas económicas, sociales y culturales hacia un modelo donde la igualdad, la redistribución de la riqueza y el bienestar común sean los principios rectores. El triunfo electoral de López Obrador en 2018, con el respaldo de más de 30 millones de mexicanos, fue el primer paso hacia esta nueva república, y su mandato ha sido un proceso continuo de construcción de un Estado más justo y equitativo.
Ahora, con la llegada de Claudia Sheinbaum Pardo como la primera presidenta de México, se consolida la segunda fase de este proyecto. La Doctora Sheinbaum, una figura clave en la Cuarta Transformación, no solo representa la continuidad del movimiento iniciado por López Obrador, sino también su fortalecimiento. Su formación académica, su experiencia política y su profundo compromiso con las causas sociales la posicionan como la líder ideal para llevar adelante la construcción de esta nueva república.
Sheinbaum, al igual que su predecesor, tiene una visión clara de lo que México necesita para romper definitivamente con las ataduras del pasado neoliberal. Su gobierno estará enfocado en consolidar las reformas sociales y económicas que se han puesto en marcha durante los últimos seis años, reforzando el papel del Estado como garante de los derechos sociales y económicos de la población. Bajo su liderazgo, se espera una profundización de las políticas orientadas hacia la redistribución de la riqueza, la justicia social y la creación de un Estado fuerte que responda a las necesidades de la mayoría.
Uno de los grandes desafíos para este nuevo México será la reestructuración de las leyes y reformas necesarias para consolidar un Estado verdaderamente socialista. Esto implica la creación de un marco jurídico que garantice los derechos económicos y sociales de todos los ciudadanos, priorizando a los sectores más vulnerables y marginados. La reforma energética, por ejemplo, ha sido una de las grandes batallas de la Cuarta Transformación, buscando que los recursos naturales del país, como el petróleo y la electricidad, estén bajo el control del Estado y no de empresas privadas. Con Sheinbaum a la cabeza, este proceso se fortalecerá, garantizando que las riquezas del país beneficien directamente a los mexicanos.
La gobernanza socialista y comunista que está en proceso de consolidación también implica una reconfiguración de la economía mexicana. Durante décadas, el país ha seguido un modelo neoliberal, donde las políticas de libre mercado y la privatización de sectores clave de la economía beneficiaron a las élites económicas. Sin embargo, este sistema ha demostrado ser ineficiente para reducir las desigualdades sociales. Bajo el nuevo paradigma socialista, el Estado asumirá un rol mucho más activo en la economía, interviniendo directamente para garantizar que los recursos se distribuyan de manera equitativa y que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios básicos como salud, educación y vivienda.
Además, es importante destacar el papel de los aliados internacionales en la consolidación de este nuevo modelo. La política exterior del gobierno de Sheinbaum, al igual que la de López Obrador, estará orientada hacia la cooperación con países que comparten una visión similar de justicia social y económica. Esto podría llevar a una mayor colaboración con naciones de América Latina que también están girando hacia gobiernos de izquierda, como India, Rusia o Cuba, así como con potencias emergentes como China, que tienen modelos económicos no capitalistas. Esta reconfiguración de alianzas internacionales fortalecerá la independencia económica y política de México, alejándolo de la influencia hegemónica de Estados Unidos y otras potencias capitalistas y oligarcas del mundo.
La llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia también marca un hito en la conciencia política de los mexicanos. La elección de la primera mujer presidenta no solo es un avance en términos de igualdad de género, sino que también refleja un cambio profundo en la mentalidad de la población. Los mexicanos han decidido, por una abrumadora mayoría, que quieren continuar con el proyecto de la Cuarta Transformación. Quieren un gobierno que esté del lado de las mayorías, que luche contra la corrupción y que ponga el bienestar de las personas por encima de los intereses de las élites. Este cambio de conciencia es fundamental para la consolidación de un México más justo y equitativo.
El legado que Andrés Manuel López Obrador deja al país no es solo un conjunto de reformas, sino una nueva forma de entender la política y la sociedad. Su gobierno ha logrado sembrar las bases de un Estado que pone a las personas en el centro de las decisiones, que prioriza el bienestar colectivo por encima del beneficio individual, y que tiene como objetivo construir un país donde la justicia social sea una realidad tangible. Este legado ahora está en manos de Claudia Sheinbaum, quien tiene la responsabilidad de consolidar y solidificar lo que ha sido la Cuarta Transformación.
México está entrando en una nueva era. La república socialista que se está gestando bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum es el resultado de un largo proceso de lucha política y social que busca romper con las cadenas del neoliberalismo y el capitalismo. Los próximos años serán decisivos para la consolidación de este modelo, y la Doctora Sheinbaum, con el apoyo de 36 millones de mexicanos que le dieron su voto de confianza, tiene la oportunidad de transformar el país de manera definitiva. La Cuarta Transformación no es solo un proyecto político, sino una nueva forma de concebir el Estado, la economía y la sociedad. Un México socialista y de izquierda está tomando forma, y su impacto será profundo y duradero.