Marcelo Ebrard no está para dividir, está para construir.
Por: La Palabra Política.
CDMX, 18 de noviembre del 2024.
Marcelo Ebrard Casaubón ha sido una de las figuras políticas más constantes, estratégicas y relevantes dentro del movimiento obradorista. Su trayectoria, marcada por lealtad, visión y capacidad política, lo coloca como un pilar en la consolidación del proyecto que Andrés Manuel López Obrador inició hace más de dos décadas y que hoy encabeza Claudia Sheinbaum Pardo como Presidenta de México.
Ebrard: Constructor y Guardián del Movimiento.
Desde los inicios del movimiento obradorista, Marcelo Ebrard ha sido uno de los actores fundamentales. Su capacidad para entender la política como un arte de estrategia y construcción lo ha llevado a desempeñar roles clave en momentos decisivos para el proyecto. Ha sido testigo y protagonista tanto de las derrotas como de las victorias del movimiento, manteniéndose firme en su compromiso con la visión de transformación social y política de López Obrador.
Durante las derrotas electorales, Ebrard no solo permaneció al lado de López Obrador, sino que trabajó incansablemente para fortalecer la estructura del movimiento, forjando alianzas y diseñando estrategias que serían esenciales en las posteriores victorias. Fue también uno de los arquitectos del proyecto político que permitió la llegada de la Cuarta Transformación al poder en 2018.
La Controversia y la Reafirmación de Su Lealtad.
En el proceso interno de selección del candidato presidencial de MORENA en 2024, Marcelo Ebrard se enfrentó a una de las pruebas más complejas de su carrera. Su decisión de cuestionar los resultados de la encuesta fue interpretada por algunos como un acto de rebeldía. Sin embargo, Ebrard dejó claro que su postura no tenía como objetivo dividir al movimiento, sino fortalecer su credibilidad y transparencia.
Lejos de buscar una ruptura, el ahora Secretario de Economía reafirmó su compromiso con la consolidación del proyecto obradorista, entendiendo que la unidad es esencial para enfrentar los retos que la Cuarta Transformación enfrenta en esta nueva etapa. Su mensaje fue contundente: las diferencias internas no deben ser un obstáculo para el objetivo mayor de transformar al país.
El Papel de Marcelo Ebrard en el Gobierno de Claudia Sheinbaum.
Hoy, como Secretario de Economía, Marcelo Ebrard desempeña un rol crucial en el gabinete de la primera mujer presidenta de México. Su experiencia, conocimientos y visión estratégica lo convierten en un aliado indispensable para Claudia Sheinbaum.
Ebrard ha dejado claro que su misión no es solo impulsar la política económica del país, sino también proteger y fortalecer el legado de la Cuarta Transformación. En un momento en que MORENA enfrenta desafíos internos, con grupos y «tribus» que buscan debilitar la estructura del partido y cuestionar el liderazgo de Sheinbaum, Ebrard se ha posicionado como un factor de unidad y contención.
Su respaldo a la presidenta no es solo discursivo; lo demuestra con acciones concretas. Ebrard entiende que su rol no es golpear desde dentro, sino blindar al movimiento contra las divisiones que podrían poner en riesgo el proyecto. Su lealtad a Claudia Sheinbaum no solo es un acto de congruencia política, sino también un compromiso ético y moral con los principios fundacionales del movimiento.
Ebrard y la Consolidación del Segundo Piso de la Cuarta Transformación.
El desafío que enfrenta Marcelo Ebrard en esta nueva etapa es doble: consolidar una economía fuerte y equitativa que refleje los principios de la Cuarta Transformación y contribuir a la cohesión interna de MORENA en un momento de tensiones y reacomodos.
Su experiencia como estratega y negociador será clave para articular políticas que beneficien al país y, al mismo tiempo, para fortalecer la estructura interna del movimiento. Ebrard comprende que el éxito de este nuevo ciclo no depende solo de los logros del gobierno, sino también de la capacidad del movimiento para mantenerse unido y fiel a sus ideales.
Un Líder Leal y Visionario.
Marcelo Ebrard Casaubón representa el equilibrio entre pragmatismo y lealtad ideológica. Su trayectoria lo posiciona como uno de los líderes más sólidos de la Cuarta Transformación, capaz de navegar las aguas turbulentas de la política con firmeza y visión.
En un momento de redefinición y consolidación para el movimiento, Ebrard se erige como un guardián de los principios que lo fundaron. Su compromiso con el país, con Claudia Sheinbaum y con el legado de Andrés Manuel López Obrador es una muestra de que, en la Cuarta Transformación, aún hay figuras que entienden que la política no es solo una lucha de poder, sino una herramienta para transformar realidades.
Marcelo Ebrard no está para dividir, está para construir. Su papel en este nuevo capítulo de la historia política de México será recordado como el de un líder que, en medio de las dificultades, se mantuvo fiel a sus principios y trabajó por la consolidación de un proyecto que busca un país más justo y equitativo.
