La Gobernadora de Quintana Roo no solo gobierna un estado: construye, desde el sur, el México del mañana.
La Palabra Política.
Quintana Roo, 2 de junio del 2025.
En el complejo y dinámico tablero político de México, pocas figuras femeninas han logrado consolidar un liderazgo con tanto arraigo, proyección y coherencia como Mara Lezama Espinosa, actual gobernadora de Quintana Roo. Su papel en el presente y futuro de la Cuarta Transformación no es menor: es parte clave del andamiaje del “Segundo Piso” que hoy encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, y su trabajo, desde la trinchera del sureste mexicano, representa la vigencia viva del proyecto que inició Andrés Manuel López Obrador.

Mara Lezama no es solo una mandataria estatal más. Su historia política está tejida con una narrativa de cercanía, compromiso social y trabajo de base. Desde sus orígenes en la comunicación y su vinculación con las causas ciudadanas, supo construir un liderazgo sólido, real y con raíces profundas, tanto dentro como fuera de Morena. Su llegada a la gubernatura no fue casualidad ni resultado de coyuntura: fue el reflejo de una trayectoria que encarnó el sentir de un pueblo que buscaba un nuevo modelo de gobierno.

“Les pido una vez más a todas y todos no escatimar esfuerzos para proteger al pueblo quintanarroense”.
Mara Lezama Espinosa
Gobernadora del Estado de Quintana Roo
Lo que ha hecho Mara Lezama en Quintana Roo va más allá de administrar un estado. Ha sembrado los principios de la Cuarta Transformación en tierra firme, creando un modelo de gobernanza centrado en las personas, en la justicia social, en la transparencia y en la inclusión. Bajo su liderazgo, la entidad no solo se ha fortalecido en infraestructura, economía y programas sociales, sino que se ha convertido en un referente de cómo puede operar un gobierno bajo los principios del humanismo mexicano promovido por López Obrador y hoy continuado por la presidenta Claudia Sheinbaum.

El trabajo de Mara Lezama no se reduce a lo local. Su capacidad de gestión, su lealtad y su compromiso ideológico la han convertido en una figura clave del proyecto nacional. En tiempos en los que el país transita hacia una nueva etapa de consolidación institucional, la gobernadora de Quintana Roo es uno de los rostros más visibles y confiables del segundo piso de la transformación. Su cercanía con la presidenta Claudia Sheinbaum no es casual: es fruto de una historia política compartida, de convicciones comunes y de una visión de país que prioriza a los que menos tienen.

Mara Lezama representa el tipo de liderazgo que la Cuarta Transformación necesita para mantenerse firme y vigente: un liderazgo sensible, empático, honesto y trabajador. Uno que no se doblega ante las presiones económicas, políticas o mediáticas; uno que construye desde abajo, que escucha, que abraza las causas populares y que entiende que la política debe estar al servicio de la gente.
En un contexto nacional donde la continuidad del proyecto transformador requiere de figuras con claridad de rumbo, Mara Lezama se alza como una protagonista central del México que se está construyendo. Su gobierno, su discurso, su praxis y su compromiso reflejan la esencia del nuevo régimen que busca consolidarse: uno en el que el poder se ejerce con ética, con visión social y con profundo amor por la patria.

Quintana Roo, bajo su guía, no es solo un destino turístico internacional. Es un laboratorio de transformación, un bastión del obradorismo renovado y una plataforma que respalda con fuerza el mandato presidencial de Claudia Sheinbaum. Mara Lezama no solo gobierna un estado: construye, desde el sur, el México del mañana.
Y en esa construcción, su papel es fundamental. Porque en el segundo piso de la transformación, hay pilares esenciales. Y uno de ellos, sin duda, es Mara Lezama Espinosa.