Política

Luis Videgaray: El Enigma Político en las Negociaciones con Trump

En política, como en la vida, las alianzas más inesperadas suelen ser las más efectivas.

Por: La Palabra Política.
CDMX, 22 de enero del 2025.

En el intrincado tablero político mexicano, donde los discursos públicos muchas veces son solo la superficie de complejas negociaciones detrás de bambalinas, el nombre de Luis Videgaray Caso ha vuelto a resonar con fuerza. Este exsecretario de Hacienda y Relaciones Exteriores durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, conocido por su conocimiento y habilidad estratégica, se perfila como una figura clave en un momento crítico para la relación entre México y Estados Unidos.

Con Donald J. Trump de vuelta en la Casa Blanca, y su conocida postura proteccionista y anticomunista, las tensiones entre ambos países se han intensificado. En este escenario, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo enfrenta el reto de navegar una relación marcada por profundas diferencias ideológicas. Pero en política, como en la guerra, los aliados más inesperados pueden surgir, y Videgaray podría ser el puente necesario para establecer un diálogo con el nuevo gobierno estadounidense.

Luis Videgaray Caso ex Secretario de Relaciones Exteriores de México.

Un puente llamado Jared Kushner.

La relevancia de Luis Videgaray en este contexto radica en su relación cercana y de confianza con Jared Kushner, yerno y exasesor principal de Trump. Durante el primer mandato del expresidente estadounidense, Videgaray cultivó una relación estratégica con Kushner, basada en el respeto mutuo y la colaboración en temas clave como el T-MEC, el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.

Kushner, pieza central en las negociaciones bilaterales de aquella época, siempre reconoció en Videgaray a un interlocutor confiable, alguien capaz de entender las prioridades de la administración Trump y, al mismo tiempo, defender los intereses de México. Esa hermandad política, más allá de los cargos formales, podría ser el as bajo la manga que el gobierno de Sheinbaum necesita para abrir canales de comunicación efectivos con Washington.

Luis Videgaray Caso y Jared Kushner yerno del Presidente Donald J. Trump.

El pragmatismo de la Cuarta Transformación.

Aunque la «Cuarta Transformación» liderada por el partido MORENA se ha construido sobre una narrativa de ruptura con el pasado político, en particular con figuras emblemáticas del PRI, la realidad obliga a replantear estrategias. Gobernar implica tomar decisiones pragmáticas, y en este caso, la posibilidad de recurrir a Videgaray no puede descartarse.

La presidenta Sheinbaum ha demostrado ser una política capaz de priorizar el interés nacional por encima de diferencias ideológicas. Si recurrir a Videgaray significa garantizar una interlocución efectiva con el gobierno de Trump, la posibilidad de un acercamiento no parece tan descabellada.

Luis Videgaray Caso y Donald J. Trump Presidente de los Estados Unidos de América.

¿Aliado o espectador?

Sin embargo, la gran incógnita es si Luis Videgaray estaría dispuesto a colaborar con la administración actual. Su retiro de la escena política tras el fin del gobierno de Peña Nieto, sumado a las críticas que ha recibido desde diversos sectores, lo han mantenido alejado de los reflectores. ¿Estaría dispuesto a regresar al escenario político para actuar como puente entre dos administraciones con ideologías opuestas?

Por un lado, Videgaray ha demostrado ser un estratega dispuesto a asumir riesgos cuando el momento lo requiere. Por otro, la posibilidad de que su participación sea percibida como una contradicción a los principios de la Cuarta Transformación podría generar resistencias tanto en MORENA como en la opinión pública.

La política bajo la mesa.

En el ajedrez político, las jugadas más importantes rara vez se realizan a plena vista. Las negociaciones más relevantes se llevan a cabo lejos de las cámaras, en un terreno donde las ideologías quedan relegadas ante la necesidad de lograr acuerdos.

Videgaray, con su experiencia y conexiones, tiene las herramientas para influir en estas negociaciones. Su conocimiento profundo del sistema político estadounidense, combinado con su relación con Kushner, lo posiciona como un actor clave en un momento en el que México necesita construir puentes para enfrentar las presiones de Washington.

“Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces él se convierte en tu socio»

Nelson Mandela

Un juego de intereses compartidos.

En este escenario, la frase «la patria es primero» cobra un nuevo significado. Más allá de banderas partidistas, el reto es garantizar que México conserve su soberanía y su capacidad de negociación frente a un gobierno que no oculta su postura de presión.

El rol que Videgaray decida asumir en este momento histórico podría definir no solo su legado, sino también el curso de las relaciones entre México y Estados Unidos en los próximos años. Mientras tanto, el gobierno de la presidenta Sheinbaum enfrenta un dilema: ¿apostar por un aliado estratégico del pasado o intentar navegar estas aguas turbulentas por su cuenta?

En política, como en la vida, las alianzas más inesperadas suelen ser las más efectivas. Si algo ha quedado claro en la historia reciente de México, es que detrás de los discursos y las ideologías siempre hay un bien común: la supervivencia y el bienestar de la nación. Y en este juego, todas las piezas, incluso las más polémicas, pueden ser indispensables.

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