Joe Biden decide no postularse nuevamente para la presidencia y el ascenso de Kamala Harris.
Por: La Palabra Política.
CDMX, 22 de julio del 2024.
La política en Estados Unidos está entrando en una fase de intensificación y reconfiguración conforme se acercan los tiempos electorales. La reciente noticia de que el Presidente Joe Biden no se presentará como candidato en las próximas elecciones ha generado un terremoto político, abriendo el camino para que la Vicepresidenta Kamala Harris se convierta en la candidata del Partido Demócrata. Este cambio no solo tiene implicaciones profundas para la política interna de Estados Unidos, sino también para sus relaciones con México y el resto del mundo.

Kamala Harris, conocida por su firmeza y capacidad para abordar temas complejos, ahora se encuentra en el centro del escenario político. Su candidatura representa un hito histórico, no solo por ser la primera mujer y persona de ascendencia asiática y afroamericana en postularse para la presidencia, sino también por su enfoque progresista en cuestiones clave como la justicia social, el cambio climático y la reforma migratoria.

Con la salida de Biden, los partidos políticos en Estados Unidos intensifican sus esfuerzos de campaña. Los demócratas, liderados por Harris, probablemente enfocarán su estrategia en la continuación y expansión de las políticas progresistas iniciadas bajo la administración Biden. Por otro lado, los republicanos buscarán capitalizar cualquier descontento existente, promoviendo una agenda más conservadora y enfocada en la seguridad nacional y la economía.
Las campañas en esta etapa se vuelven más agresivas y dinámicas, con un uso intensivo de medios digitales y tradicionales para llegar a los votantes. Las redes sociales, en particular, jugarán un papel crucial, permitiendo a los candidatos comunicarse directamente con el electorado y movilizar bases de apoyo de manera efectiva.

La política electoral en Estados Unidos tiene un impacto significativo en México, dado el estrecho vínculo entre ambos países. La nueva administración del futuro Presidente de los Estados Unidos podría traer cambios en varios aspectos de la relación bilateral:
- Política Migratoria: Harris ha mostrado un enfoque más humanitario hacia la migración. Su administración probablemente buscaría reformar las políticas de inmigración, ofreciendo caminos más claros hacia la ciudadanía y mejorando las condiciones para los migrantes. Esto podría aliviar las tensiones en la frontera y promover una mayor cooperación entre ambos países en temas migratorios.
- Comercio y Economía: La relación comercial entre México y Estados Unidos es fundamental. Se ha enfatizado la importancia de mantener y fortalecer el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá). Sin embargo, se podrían esperar nuevas negociaciones para abordar cuestiones laborales y ambientales de manera más rigurosa.
- Cambio Climático: Esto podría llevar a una colaboración más estrecha con México en iniciativas de energía renovable y sostenibilidad, beneficiando a ambos países en términos de desarrollo económico y protección ambiental.
- Seguridad y Narcotráfico: La seguridad seguirá siendo un tema central. Una administración nueva buscará mantener la colaboración en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, pero con un enfoque que también considere los derechos humanos y las causas profundas de la violencia.

La decisión de Joe Biden de no postularse nuevamente para la presidencia y el ascenso de Kamala Harris como candidata demócrata marcan un punto de inflexión en la política estadounidense. Mientras los partidos intensifican sus campañas, el impacto de esta elección se sentirá más allá de las fronteras de Estados Unidos, especialmente en México. La relación bilateral, enmarcada en la economía, la migración, el cambio climático y la seguridad, entrará en una nueva fase, definida por la visión y las políticas de Kamala Harris. Para México, estos cambios presentan tanto desafíos como oportunidades para fortalecer la cooperación y avanzar en objetivos comunes.