La enemiga a vencer hoy ya no es la figura del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador, sino la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Por: La Palabra Política.
CDMX, 30 de junio del 2025.
Desde que asumió las riendas del país, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no ha navegado en aguas tranquilas. Un poderoso frente opositor, tejido en las sombras por los remanentes del neoliberalismo, ha declarado una guerra sin cuartel a su gobierno y al proyecto del “Segundo Piso de la Cuarta Transformación”. Los tentáculos de este poder fáctico, arraigados en las élites económicas, sociales, empresariales y políticas de la derecha, se han movilizado para infiltrarse en las profundidades de su administración, sembrando la discordia y minando cada paso hacia el éxito de su proyecto.

Como una maquinaria bien aceitada, los grupos oligarcas neoliberales han puesto en marcha una estrategia multifacética para desestabilizar las estructuras gubernamentales, políticas y sociales de la 4T. Cada acción, cada política implementada por el gobierno de la Presidenta Sheinbaum es recibida con una andanada de críticas y ataques, buscando socavar su legitimidad y allanar el camino hacia el fracaso total de la transformación en curso.

Pero esta no es una batalla librada únicamente por actores domésticos. Una vasta y poderosa cúpula internacional se suma a la contienda, entrelazando intereses económicos de diversas nacionalidades, grupos empresariales transnacionales con inversiones en el país y partidos políticos locales en contubernio con capitales extranjeros. Esta formidable alianza representa un desafío mayúsculo para el gobierno de la Presidenta Sheinbaum, una fuerza implacable dispuesta a debilitar y golpear su administración a toda costa.

En la arena política, esta lucha por el poder no es una novedad, sino una constante. Sin embargo, la intensidad con la que se está manifestando contra el gobierno actual revela la magnitud de los intereses en juego. Desde su llegada a la presidencia, Claudia Sheinbaum no ha gozado de un momento de paz. Guerras internas en su propio partido, luchas de poder en múltiples frentes, tanto a nivel nacional como internacional, se conjugan con los ataques constantes de grupos mediáticos afines a la oposición y la presión implacable del sector empresarial más conservador.

El resultado es un gobierno asediado, minado por guerras silenciosas y la omnipresencia de poderes fácticos que no cejarán en su empeño por debilitar a la Presidenta, a su partido MORENA y a sus aliados. Al parecer, esta estrategia está surtiendo efecto, trastocando puntos sensibles y complicando la gestión de Sheinbaum. Su gobierno no tiene un camino fácil por delante, especialmente cuando las fuerzas oligarcas neoliberales parecen estar recuperando terreno, tomando impulso para hacer flaquear al gobierno a como dé lugar.

La contienda por el poder en México ha entrado en una fase crítica. La enemiga a vencer hoy ya no es la figura del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador, sino la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Su gobierno se enfrenta a un panorama turbulento, acorralado no solo por la oposición tradicional, sino también por las tensiones internas dentro de su propio equipo y, significativamente, por las fuerzas del viejo régimen y sus aliados internacionales. El margen de maniobra se estrecha, y los tiempos venideros prometen ser aún más desafiantes para el futuro de la “Cuarta Transformación”. La batalla por el alma de México está lejos de terminar.