Cultura

La evolución del «cuerpo perfecto» a lo largo de las décadas

Los estándares de belleza han demostrado no ser permanentes, sino siempre cambiantes, inconsistentes y para algunas mujeres, poco realistas. Sin embargo, estas han sido las tendencias corporales a lo largo de las décadas. ¿Te identificas con alguna?
1910: La ‘Gibson Girl’ usa ‘corset’
En esta década, la silueta en forma de reloj lo era todo. Las mujeres de la época usaban corsets apretados (cuya tendencia está regresando) para hacer que su cintura luciera lo más pequeña posible, pero, si además tenían los hombros caídos y el cuello largo, eran consideradas espectaculares. El término Gibson Girl surgió a partir del famoso ilustrador de la época, Charles Gibson.

1920: La ‘Flapper Girl’ es más ‘boyish’
Adiós al escote y curvas monumentales. Esta época se caracteriza por el look flapper. La mujer de los años veinte estaba en constante movimiento, bailando y brincando. El ser hermosa se caracterizaba por tener busto pequeño y caderas prácticamente inexistentes. La ropa se llevaba suelta y sólo dejaban descubiertas las piernas –a partir de la rodilla– y los brazos.

1930: ¡Bienvenidas sean las curvas!
Las curvas no pudieron mantenerse escondidas una década más y regresaron a todo furor con las musas del cine. Ejemplo perfecto fue la icónica mexicana, Dolores del Río. Después de la crisis económica de 1929, las mujeres utilizaban ropa ajustada que acentuara su busto y sus curvas.

1940: Fuertes ante la guerra
El look más suave de los treinta se ve reemplazado por hombros militares y -aunque no era exactamente deseado tener un aspecto musculoso- muchas mujeres comenzaron a trabajar en fábricas, por lo que definieron sus brazos. La moda, de hecho, era subir algunos kilos para tener un aspecto más sano y no excesivamente delgado.

1950: Regresan las curvas con todo
Verse ultrafemenina vuelve a ser la moda. Mujeres como Marilyn Monroe y Elizabeth Taylor popularizan el bombshell look, en el que debían aumentar algo de peso para alcanzarlo. En esta década surge la revista Playboy y la muñeca Barbie, por lo que tener un busto grande, cintura diminuta y piernas gruesas, era lo más deseado.

1960: La revolución sexual
No por nada le dieron el nombre Twiggy a la icónica modelo de la época, Lesley Lawson. Como un palo, el cuerpo ideal era súper delgado, sin curvas, petit, y la ropa ya no acentuaba la cadera. El look deseado pasó de ser curveo a cuadrado.

1970: ‘Dancing Queens’
En el auge del feminismo, el cuerpo ideal era largo, delgado y ligeramente atlético. Farrah Fawcett y Beverly Johnson eran las it girls del momento en los setentas.

1980: ‘Let’s get physical!’ La era de las supermodelos
Jane Fonda populariza los aerobics y con ello, el cuerpo atlético y tonificado. Los músculos no sólo son aceptables, sino deseados. Las supermodelos de los ochenta, como Cindy Crawford, ejemplifican lo que toda mujer debería ser.

1990: ‘Heroin Chic’
Las supermodelos siguen, sólo que ahora la topmodel Kate Moss inaugura el cuerpo super skinny, rayando en lo esquelético. Lo estándares de belleza variaron mucho a lo largo de esta década; en sus comienzos el look heroin chic lo era todo, pero luego con la canción ‘Baby Got Back’, que celebra las big booties, también ganaron terreno los cuerpos voluptuosos.

2000: Ser ‘sexy’ es ser ‘sporty’
Adiós a las pieles pálidas y cuerpo esqueléticos, ¡bienvenidos los fake tans y los abdómenes marcados! Los ángeles de Victorias’s Secret son el estándar máximo de la belleza femenina y quedó claro cuando Rolling Stones corona a Giselle Bundchen como la “mujer más hermosa del mundo», quien era alta y flaca pero atlética.

2010: ‘Bootylicious’
Con nuevas maneras de hacer ejercicio, dietas novedosas, cirugías plásticas y diferentes y celebs con todo tipo de cuerpo que nos inspiran, no se puede negar que el look de la década es uno que acentúa los glúteos. Sin embargo, la belleza de esta década es que todos los tipos de cuerpo se celebran, sobre todos los reales como el de la modelo plus sized Ashley Graham.

2018:¡Celebración de la individualidad!
Durante este año se celebran los cuerpos que no son como los demás y con el fin de acabar con la discriminación se invita constantemente a ser incluyentes y aceptar cada vez más las diferencias que hacen únicas a cada persona. Los rasgos poco comunes surgen como una ventaja competitiva y sin importar nacionalidad, sexo, edad, origen étnico, la condición u orientación sexual, se festeja a las mujeres por el hecho de ser mujeres.

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La Palabra Política

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