El reto para Javier May será demostrar que puede manejar este poder con integridad y compromiso hacia el bienestar de todos los tabasqueños.
Por: La Palabra Política.
Tabasco, 16 de julio del 2024.
El reciente encuentro entre el Gobernador Electo de Tabasco, Javier May, y los diputados electos que formarán parte del Congreso Local en la próxima legislatura marca un momento crucial en la política del estado. Con la confirmación de que May no enfrentará oposición significativa en el Congreso, se abre un nuevo capítulo en la gobernanza de Tabasco, uno que podría estar definido por un poder absoluto en manos del gobernador.
Javier May, conocido por su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador y por su lealtad a los principios de la Cuarta Transformación, ha prometido una administración que atienda las necesidades del pueblo tabasqueño. Sin embargo, la ausencia de una oposición real en el Congreso Local plantea preguntas importantes sobre el equilibrio de poder y la dinámica democrática en el estado.

El control absoluto del Congreso permite a Javier May implementar su agenda de gobierno de manera rápida y eficiente. Esta situación podría traducirse en la aprobación de reformas y políticas necesarias sin los retrasos que a menudo acompañan los debates legislativos prolongados. En un escenario ideal, esto permitiría al gobernador enfocarse en el desarrollo económico, la infraestructura, la educación y la salud, cumpliendo así con las promesas hechas a sus electores.
Además, esta concentración de poder podría facilitar la coordinación entre el ejecutivo y el legislativo, asegurando una gobernabilidad estable y una administración coherente. La capacidad de aprobar leyes y presupuestos sin mayores trabas legislativas podría resultar en una gestión más dinámica y en una respuesta más ágil a las necesidades emergentes de la población.

No obstante, el poder absoluto también acarrea riesgos significativos. La falta de oposición en el Congreso puede llevar a una falta de rendición de cuentas y a la tentación de gobernar sin considerar la diversidad de opiniones y necesidades de la ciudadanía. La democracia se enriquece con el debate y la crítica constructiva, y la ausencia de estos elementos puede derivar en decisiones unilaterales que no siempre reflejen el interés colectivo.
Un Congreso sin oposición efectiva puede convertirse en un simple órgano aprobatorio, dejando de lado su papel esencial de supervisar y balancear al ejecutivo. Esta situación podría resultar en un debilitamiento de las instituciones democráticas y en una erosión de la confianza pública en el gobierno.

Ante este panorama, Javier May tiene una responsabilidad monumental. Debe demostrar que el poder absoluto puede ser manejado con sabiduría, transparencia y en beneficio del pueblo tabasqueño. Para ello, será crucial que fomente un ambiente de inclusión, escuchando a todas las voces, incluso aquellas que no están representadas en el Congreso. La creación de mecanismos de participación ciudadana y la promoción de la transparencia en la toma de decisiones serán esenciales para evitar los peligros del autoritarismo.
Además, el Gobernador Electo deberá asegurarse de que las leyes y políticas aprobadas sean realmente en beneficio de la población y no respondan únicamente a intereses particulares o partidistas. La vigilancia ciudadana y la colaboración con organizaciones civiles y sector privado pueden ser herramientas valiosas para mantener un gobierno equilibrado y justo.

La reunión de Javier May con los diputados electos de Tabasco marca el inicio de una nueva era política en el estado, caracterizada por la concentración de poder en el ejecutivo. Si bien esta situación presenta oportunidades para una gestión eficiente y decidida, también plantea riesgos significativos para la democracia y la rendición de cuentas.
El reto para Javier May será demostrar que puede manejar este poder con integridad y compromiso hacia el bienestar de todos los tabasqueños. La historia juzgará su capacidad para equilibrar el poder absoluto con la responsabilidad democrática, y su legado dependerá de su habilidad para gobernar de manera inclusiva, transparente y justa.