Una de las primeras acciones de Narváez fue implementar medidas de austeridad y control del gasto.
Por: La Palabra Política.
Tabasco, 26 de abril del 2024.
La Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), reconocida como una de las instituciones académicas insignia del Estado de Tabasco, enfrentó uno de sus mayores desafíos financieros en años recientes. Con un adeudo heredado por 500 millones de pesos, la administración de Guillermo Narváez Osorio asumió el reto de revertir esta situación y revitalizar la institución.
Los problemas internos y administrativos dejados por gobiernos pasados eran evidentes. Los ex rectores disfrutaban de privilegios desproporcionados, desde salarios sin límites hasta pagos de horas extras, compensaciones y seguros médicos exclusivos para los administrativos de alto nivel. Se destinaban fondos a cubrir cuentas en hospitales privados, garantizando servicios de calidad para amigos, compadres y allegados de los ex rectores.
La llegada de Guillermo Narváez a la rectoría marcó un punto de inflexión. Desde el inicio de su gestión, se comprometió a reestructurar no solo la parte financiera, sino también la ética y la transparencia dentro de la universidad. Su enfoque se centró en la eficiencia administrativa y en garantizar que cada peso invertido en la UJAT se destinara a mejorar la calidad educativa y el bienestar de la comunidad universitaria en general.
Una de las primeras acciones de Narváez fue implementar medidas de austeridad y control del gasto. Se establecieron topes salariales razonables, se eliminaron los privilegios excesivos y se redefinieron los criterios para el otorgamiento de compensaciones y beneficios. Además, se promovió una cultura de rendición de cuentas y se fortalecieron los mecanismos de fiscalización interna.
La transparencia se convirtió en un pilar fundamental de su administración. Narváez se comprometió a informar detalladamente sobre el uso de los recursos financieros de la universidad, proporcionando acceso a la información tanto a la comunidad universitaria como al público en general. Esto contribuyó a generar confianza y credibilidad en la gestión de la institución.
Además de las reformas administrativas, Narváez impulsó iniciativas para aumentar los ingresos de la universidad y diversificar sus fuentes de financiamiento. Se establecieron convenios de colaboración con el sector público y privado, se promovieron programas de vinculación con la industria y se buscaron oportunidades de financiamiento a nivel nacional e internacional.
Gracias a estas medidas, la UJAT logró superar el difícil panorama financiero heredado y recuperar su estabilidad económica. El rescate de la universidad no solo representó un logro administrativo, sino también un triunfo para toda la comunidad universitaria y para el Estado de Tabasco en su conjunto.
La reelección de Guillermo Narváez como rector por cuatro años más es un reconocimiento al trabajo realizado y una muestra de confianza en su liderazgo. Su compromiso con la excelencia académica, la transparencia y la eficiencia administrativa continúa guiando el rumbo de la UJAT hacia un futuro prometedor, donde la calidad educativa y el bienestar de los estudiantes y profesores siguen siendo prioritarios.
