Política

EL VERTICE Y EL HORIZONTE HACIA EL 2024

José Rodríguez Castro
“Tabasco, está en el vértice del movimiento social en México”, fue una de las tantas declaraciones premonitorias que emitió durante su campaña electoral, el general Lázaro Cárdenas, en su visita al estado de Tabasco, en los tiempos cuando gobernaba Tomás Garrido Canabal. Si tomamos en cuenta estas declaraciones, como a la ideología socialista aplicada por Tomás Garrido en el ejercicio del poder social e ideológico en el sureste mexicano, así como a las de otros políticos locales que se inclinaron por esta misma ideología de izquierda, y leyendo los libros escritos por Andrés Manuel López Obrador, se puede llegar a la conclusión que éste ha tenido, desde un principio, muy definido su ideario político, llevándolo a la práctica, ya, como presidente de la república y defendiéndolo en sus declaraciones cotidianas.

Haciendo algunas breves menciones históricas, Andrés Manuel López Obrador, desde que inició su movimiento social y popular por la Transformación en las comunidades indígenas en el estado de Tabasco, luego regional, hasta trascender a todas las regiones del país, tal vez tomando como ejemplo los ideales de aquellos hombres, como Lázaro Cárdenas, Tomás Garrido, Carlos A. Madrazo y Enrique González Pedrero, construyó, con el apoyo popular, su principal proyecto de gobierno. Por lo que no se puede poner en duda su firme convicción ideológica y una democracia proveniente de la voluntad popular.
Estos fueron los motivos y las razones que nos llevó a rescatar y publicar las entrevistas concedidas por cinco gobernadores, publicadas por aquellos años, en el semanario más prestigiado que haya existido en Tabasco, La Palabra Política. En cada una de ellas, es posible, ir hilando cabos, de cómo fue el marco y el escenario político, donde Andrés Manuel López Obrador, inició su larga marcha, así como su recorrido por todo el país, hasta convertirse en presidente de la república.

Puntualizando que una de ellas se agregó por el origen histórico del movimiento social en Tabasco, la de Tomás Garrido Canabal. Ésta no se encuentra en los archivos históricos, publicada en la revista Tricolor. Es probable, que sólo se editaron unos cuantos ejemplares. Esta fue una entrevista que le concedió Tomás Garrido a Julio Sesto, director de la revista, siendo de agricultura durante el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934) Otra, por uno de los amigos más cercanos a Carlos A. Madrazo, Manuel Rodríguez Oramas; así como la opinión y el análisis de Andrés Manuel López Obrador, sobre el mismo Carlos Madrazo. Otra, por el diputado, Arístides Prats Salazar, político de prestigio que conocía perfectamente el pensamiento ideológico y obra social del gobernador, Enrique González Pedrero. La de Salvador Neme Castillo, como la de Adán Augusto López Hernández, fueron entrevistas realizadas por el equipo del semanario, La Palabra Política.

Las entrevistas se traducen fielmente las opiniones y declaraciones, sin recortes ni agregados, tal como la concedieron al semanario, que, al correr de los años, se pueden evidenciar detalles y parte de los orígenes de la transformación democrática del país. El trayecto ideológico que se inició con Tomás Garrido Canabal, Carlos A. Madrazo, Enrique González Pedrero; y evidentemente el transito que debió de enfrentar Salvador Neme Castillo, cuando aun habiendo logrado conciliar entre las diferentes posiciones políticas, y gobernar con un proyecto político de acuerdos a las circunstancias, además de continuando con la integración de desarrollo regional, por las pugnas internas de su partido, fue sacrificado sin razón alguna.

En este largo pasaje se descubren algunas revelaciones sobre la gran hazaña y la trayectoria que recorrió Andrés Manuel López Obrador, hasta alcanzar el poder. Entre todas las ideas que aquí se mencionan y, por supuesto, en las declaraciones que trasmitiera Lázaro Cárdenas, en Tabasco, se puede pensar que Andrés Manuel López Obrador, podría decirse que existe alguna semejanza con aquella frase, el “vértice del movimiento social en México. Éste podría ser uno el concepto asociado al proyecto de transformación sexenal. Concretamente cuando López Obrador se propuso concientizar y ganarse la simpatía y el apoyo de millones de mexicanos, obteniendo sus votos en las urnas, y convertirse en presidente de la república.

En este marco de los movimientos sociales y regional, no se debe pasar por alto a Salvador Neme Castillo, priista, quien a pesar de haber gobernado sólo tres años, por una lamentable ruptura ocasionada por algunos conspiradores, provenientes del poder central y actores influyentes del Comité Ejecutivo nacional PRI, como de otros intereses locales, enfrentó con dignidad y firmeza sus ideales y principios ideológicos. Por haber sostenido su firme postura, frente a las decisiones de maquinaciones internas de su partido, conservó en silencio su dignidad de político profesional y su honorabilidad hasta el último momento. Por las conjuras de grupos asociados con intereses del gobierno central, y del mismo CEN del PRI, fue el gobernador de la transitoriedad por un acto inverosímil de la historia. Porque los contubernios fue parte de la ruptura del PRI que desde hacía mucho tiempo ya se venía profundizando, principalmente por la muerte de Luis Donaldo Colosio. Haciéndose mucho más profunda en Tabasco por las movilizaciones promovidas por Andrés Manuel López Obrador.

En el centro y en otras regiones del país, en aquellos mismos momentos, también se resentía la fragmentación por las numerosas deserciones de muchos líderes de izquierda y representativos del PRI. Especialmente porque la homogeneidad y la cohesión democrática del partido que desde su conformación histórica, se desintegraba por la conformación de una ideología ajena a sus principios ideológicos. Entre este mismo deterioro se deshacía la gran organización del partido en los estados y en las regiones del país: la “armazón”, como lo que había definido Maurice Duverger: “…esta armazón alcanza una gran importancia que constituye el marco general de la actividad de los miembros, la forma impuesta a su solidaridad; determina de selección de los dirigentes y los poderes de éstos. Explica a menudo la fuerza y la eficacia de algunos partidos, la debilidad y la ineficacia de los demás”. (Maurice Duverger.Los partidos políticos) (1)

En aquellos años cuando Salvador Neme Castillo realizaba su campaña electoral por todo el estado, precisamente vivió esta situación inédita, la división, inconformidad y la diferencia interna dentro de las filas de su partido: la gran ruptura de su partido, provocó para que más tarde, Tabasco, fuera gobernado por la oposición. Cuando, históricamente el estado había conservado la inspiración ideológica del liberalismo, desde Tomás Garrido Canabal, Carlos A. Madrazo y Enrique González Pedrero. El error histórico se le atribuye al poder central y los dirigentes del CEN del PRI, sin haber tenido capacidad y opciones para conciliar entre intereses de grupos adversos en el interior del partido.

La insensatez del poder central por no poder conciliar a los grupos en pugna, que justificando el ascenso popular de Andrés Manuel López Obrador, prefirió por una emergente y rápida solución, destituyendo a Salvador Neme Castillo, violando la soberanía estatal y la legalidad democrática del voto popular. Aun así, Neme Castillo, se sostuvo firme en sus declaraciones y en discursos de campaña, mostró tolerancia con todos aquellos que conspiraban en su contra. Pero finalmente, por el éxito del complot se produjo una gran división interna dentro del PRI, permitiendo que más tarde, Tabasco fuera gobernado por la oposición.
La decisión alevosa en contra de Salvador Neme Castillo, teniendo como fin debilitar y fragmentar el movimiento social, encabezado por López Obrador, les fue adversa. En el segundo intento de éste por obtener la gubernatura del estado, enfrentó un sonado fraude electoral, mostrando con pruebas fehacientes (las boletas de la elección en cajas) el acto electoral subversivo. Una escandalosa operación que nunca antes se había presentado antes en contra del PRI, en Tabasco. Este suceso que trascendería a nivel nacional, incluso al congreso de la unión y medios de comunicación, catapultó la fuerza política electoral de Andrés López Obrador en todo el país, ganándose la simpatía de los inconformes priistas y de otras tendencias ideológicas.

Antes de este escandaloso fraude electoral, cuando Tabasco esperaba ser gobernado por un político originario totalmente de estas tierras, que tuviera su domicilio en la capital, así como sus propios familiares, Salvador Neme Castillo, entonces senador de la república, cumplía con todos estos requisitos electorales. De ahí que sus discursos durante su campaña, fueron alusivos a favor de la unidad y rescatar los valores de ser tabasqueño. Así como fortalecer y ampliar los programas de desarrollo social y económico que ya se aplicaban con todo éxito en el estado. Con este mismo discurso insistió constantemente su interés por el respeto hacia quienes habían gobernado.

Pero el movimiento social encabezado por Andrés Manuel López Obrador, que ya también se había iniciado en las zonas marginadas de Tabasco, durante el gobierno de Enrique González Pedrero, influyó en las elecciones locales. Porque siendo uno de los políticos de izquierda y miembro destacado del PRI, González Pedrero había modificado el sistema electoral y democrático hacia el interior de su propio partido, proponiendo una Democracia de Carne y Hueso. Un renovado ideario democrático realista y de izquierda que cancelaba las imposiciones cupulares para seleccionar candidatos a alcaldes, senadores, diputados locales y federales, otorgándole el poder y las decisiones, como el derecho libre de votar, a “la voluntad de los ciudadanos”.

Siendo un político de izquierda González Pedrero, teniendo profundo conocimiento de los movimientos históricos en Tabasco y en el país, muchos de ellos provenientes de tendencias socialistas, ideó proponer una democracia incluyente, llevándola a la práctica durante el tiempo que gobernó Tabasco. Una democracia que debería de provenir de la voluntad popular. Iniciativa que más tarde trascendería hacia el interior del PRI nacional y que, en la cúpula de la organización, al no ser adecuadamente aplicada, o fueron indiferentes a ella por lo avanzada electoralmente, que produjo las primeras deserciones de sus cuadros más valiosos. Un fenómeno que produjo la primera gran crisis en el partido oficial y que desde entonces, hasta la actualidad no ha podido restañar. Un proceso gradual de desintegración que desde que López Obrador iniciara sus éxodos a la capital del país, no ha podido recuperar los liderazgos regionales y su gran plataforma electoral.

La decisión de Enrique González Pedrero por hacer de la democracia un ejercicio de mayor apertura y dejar las decisiones hacia la voluntad popular, permitió que libremente, el PRI, eligiera a su sucesor, quien sería Salvador Neme Castillo. Ésta fue una de las tantas cláusulas fundamentales de su ideario escrito en la Democracia de Carne y Hueso, dejando atrás las imposiciones y las antiguas tradiciones de los “vetos”. Al mismo tiempo la apertura democrática de civilidad permitió que Andrés Manuel López Obrador, siendo ya gobernador, Salvador Neme Castillo; su horizonte fue mucho más amplio y abierto para continuar con sus movilizaciones y concentraciones populares.

Si bien no había coincidencia ideológica entre López Obrador y Neme Castillo, había cierto grado de civilidad y respeto. Si hubo actos violentos, expresiones de inconformidad o descalificaciones, no llegaron a provocar una insalvable polarización social que pudo haber llevado a Tabasco a una crisis de ingobernabilidad. Principalmente por la cordura y responsable actitud de Andrés Manuel López Obrador que contuvo a los inconformes, y a la del propio Neme Castillo. Al mismo tiempo, por el oficio político de Enrique González Pedrero, ya como exgobernador, en el ánimo de colaborar con la unidad y la cohesión política en el estado, evito ser actor y animar la zozobra electoral.

Lo relevante del gobierno de Salvador Neme Castillo, fue su respetó por la libertad de expresión, por lo que se destaca en la entrevista que aquí se publica, cuando tiempo atrás existieron ciertas restricciones en Tabasco. El respeto a la libertad de prensa permitió al semanario, La Palabra Política, poder cubrir, ampliamente, no sólo los éxodos encabezados por Andrés Manuel López Obrador hacia la ciudad de México, sino que también obtuvo la entrevista exclusiva más amplia que hasta entonces haya concedido López Obrador a un medio impreso local y nacional. Fue una entrevista realizada durante uno de los éxodos, en sus horas de descanso, hasta haber llegado hasta el Zócalo. Concluyendo en domicilio en Tabasco.

Durante las largas horas en que se realizó la entrevista, Andrés Manuel López Obrador, se hizo el tiempo para hablar sobre su ideario político. Las razones que lo motivaron a renunciar al PRI. Sobre historia nacional, estatal y líderes políticos. El poder en el trópico. Tomás Garrido. Carlos A. Madrazo. La casta política parasitaria en Tabasco. La responsabilidad como líder moral. El pacto para la convivencia social y política. Los cacicazgos locales y los herederos del poder. Sobre cultura, la familia, sus aficiones personales, el amor, la poesía y la música. Por haber sido la entrevista más extensa que se publicó en los inicios de su movimiento social, fue publicada en un libro con gráficas: Razón y Pasión.

Como gobernador, Salvador Neme, al permitir la libertad de prensa, se ganaron espacios en los medios plurales de comunicación y publicar las opiniones de los actores políticos de las diferentes tendencias ideológicas. En ningún momento recurrió a la censura. Sobre todo cuando Andrés Manuel López Obrador, era ya un destacado líder popular y que cada día se ganaba la voluntad y la simpatía del pueblo, tanto en Tabasco como en todo el país. Aun así, Neme Castillo, bajo ningún argumento, en sus discursos oficiales o declaraciones, emitió expresiones difamatorias en contra de Andrés Manuel López Obrador.

El hecho relevante fue que Neme Castillo, que al respetar la libertad de prensa cuando en otros tiempos, publicaciones con el contenido plural y crítico, eran censuradas, al existir la libertad de informar, permitió que las expresiones se dieran en un ambiente plural y respeto. Sobre todo cuando antes, el director del semanario La Palabra Políticas, se vio obligado a exiliarse en la ciudad de México, por sus publicaciones de crítica y análisis. Por la misma libertad de expresión que prevaleció durante su gobierno, como fue la civilidad política del gobierno, se contuvo en gran medida los actos violentos y provocación entre simpatizantes de Salvador Neme Castillo y el movimiento encabezado por López Obrador. Aun así, en un tenso clima político saturado de oscuras maniobras, permitió a Neme Castillo, realizar sus tareas de gobierno sin obstáculos. Mientras que Andrés Manuel López Obrador, tuvo la libertar para impulsar su movimiento político y social por todo lo ancho y largo del territorio tabasqueño, sin tener que sufrir atropello, excepto por algunos provocados por fuerza por fuerzas federales.

En el caso del semanario, La Palabra Política, con el tiempo, debería de reconocer que Salvador Neme Castillo, fue uno, entre otros dos gobernadores más, de Tabasco, le haya permitido a la publicación, tener acceso a sus actividades diarias, desde antes del desayuno en la casa oficial, hasta el camino a palacio de gobierno. Además de conceder la entrevista, incluyendo una crónica, más extensa y detallada que no se repetiría jamás en la historia del periodismo en Tabasco. Fue un hecho inédito del respeto a la opinión crítica y el derecho a la información. La disponibilidad oficial para transparentar las acciones de gobierno. Al mismo tiempo, transformar, con puertas abiertas, parte del ejercicio del poder político en la entidad.

De ahí la importancia de haber considerado la extensa entrevista en el marco de la transición política y democrática en Tabasco. Porque nunca se dijo que lo ocurrido por aquellos días, no fue un asunto de ingobernabilidad o polarización política y social, sino parte de un proceso histórico, evolutivo y cíclico de la política y la consolidación de democrática en Tabasco. Lo que, sin embargo, aprovecharon algunos oportunistas y conspiradores locales, asociados con grupos ajenos al estado, confrontar al gobierno federal con el estatal; quienes al mismo tiempo aprovecharon para promover acciones de violencia contra Andrés Manuel López Obrador. Además, persecuciones en contra los excolaboradores del exgobernador; incluyendo al semanario, La Palabra Política, que una vez más, su director, se vio obligado exiliarse en la ciudad de México, A partir de ahí, distante y en su silencio, Salvador Neme Castillo, salvó su responsabilidad en el proceso de descomposición de su partido por las graves pugnas internas, y viendo cómo la oposición, durante la desorganización del PRI, tomaba el poder en Tabasco.

También se debe considerar que lo ocurrido fue parte de los efectos de la gran apertura democrática que había venido proponiendo Enrique González Pedrero como gobernador del estado. Un ejercicio electoral y democrático que puso en práctica donde había mayor influencia de las bases populares, tanto en la elección de candidatos como en el proceso electoral y votación en las urnas. Tal vez retomando parte de aquellas ideas socialistas de cómo gobernó Tomás Garrido Canabal. Quien fomentó las organizaciones proletarias, grupos de jóvenes en donde participó activamente Carlos A. Madrazo, que promovían y defendían sus ideales. Lo programas sociales que tanto llamó la atención a Lázaro Cárdenas y que, más tarde, quizás también al propio Andrés Manuel López Obrador, obteniendo algunas ideas.

Porque Lázaro Cárdenas había declarado, teniendo a su lado a Tomás Garrido, que los programas sociales que se desarrollaban exitosamente en Tabasco, deberían ser un ejemplo nacional. Desde entonces, hasta los tiempos actuales, a pesar de los cambios constantes y hasta violentos, en cada proceso electoral, entre otras de ideólogos, ha sido parte de la inspiración del movimiento social encabezado por Andrés Manuel López Obrador, de donde tal vez lo llevaron a conformar con matices de izquierda, su proyecto de la Transformación de México. Si se leen las opiniones de López Obrador sobre Tomás Garrido, se hallaran ciertas aproximaciones: “Garrido cautivó a todos. Imagínate Obregón en su visita a Tabasco, cuando don Tomás le ponía cinco mil c campesinos vestidos de blanco formados a la orilla del río, en la desembocadura de Frontera. A todo ello, la política anticlerical, el avance educativo, la escuela racionalista, el progreso, la música, el combate al alcoholismo. Imagínate eso. Era para cultivar a cualquiera en el aspecto político”. (La Palabra Política. Número 212. Julio de 1995) (2)

De ahí la importancia de las declaraciones de los cinco exgobernadores de Tabasco. Cada uno de ellos también jugó un papel importante en la historia de los movimientos sociales en la región y el país. Porque además de aportar sus propias ideas, fueron partícipes de aquellos momentos cruciales y evitaron, hasta donde les fue posible, la confrontación y la polarización social entre las movilizaciones sociales y el debate democrático, entre el agotado discurso oficialista del PRI y el de la oposición. Fueron actores importantes en el escenario del largo y pedregoso camino de la transición y parte del nuevo horizonte hacia una mayor apertura electoral y democrática. Proceso en donde Andrés Manuel López Obrador conformó su proyecto de la Transformación, la que será el debate central en las próximas elecciones del 2024. La definición, reafirmación y la continuidad de una nueva y diferente conformación política de izquierda en el país.

Con esta misma finalidad, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, continúa insistiendo cotidianamente sobre en su proyecto ideológico. Al mismo tiempo, demostrando gratitud con quienes lo han acompañado desde Tabasco para alcanzar el poder. A cada uno de ellos los ha integrado a su equipo de gobierno, especialmente en las posiciones de mayor responsabilidad y confianza. Entre tantos otros políticos de otras regiones del país que tienen los mismos merecimientos y confianza; así también a los que formaron parte de su equipo cercano como jefe de gobierno. Muchos de ellos, provenientes del PRI y otros partidos políticos, gobernadores, senadores y diputados. Por lo que se refiere que el presidente, además de la transformación que está impulsando, parece estar seguro de poder conformar una nueva clase política (élite), ideológicamente de izquierda en México. Reponer la ideología perdida que históricamente propuso Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas. Por ejemplo:

En abril de 1910, cuando Madero encabezó la Convención de Organizaciones Partidistas donde surgió el Partido Antireeleccionista, señaló: “El espíritu público está aletargado, el patriotismo y el valor cívico deprimidos, y no debemos olvidar que el ideal de los pueblos debe ser fomentar esas virtudes, únicas capaces de salvarlo en las grandes crisis. Los mexicanos tienen miedo de ejercitar sus derechos, por creer que las autoridades no lo permitirán. Este miedo que por tantos años ha paralizado las manifestaciones de valor cívico, paralizará igualmente la del patriotismo… pues la corrupción en las esferas oficiales aumentará a medida que aumente el servilismo del pueblo”

En tanto que Lázaro Cárdenas, a un mes del manifiesto presidencial, se lanzó la “Convocatoria” a la III Asamblea Nacional Ordinaria del PNR, que se llevó a cabo del 30 de marzo al 1 de abril de ese año, en la cual se consideró “que se imponía “la necesidad de transformar radicalmente la organización y funcionamiento de este Instituto, para lograr una más completa identificación con el régimen y con las masas laborantes del país”.

En este mismo sentido y con el mismo propósito de restablecer la ideología perdida proveniente de la revolución, Andrés Manuel López Obrador también está incluyendo a los medios de comunicación, periodistas, comentaristas, intelectuales y otros sectores que ante la disolución del PRI, han dejado de tener oportunidades y espacios para su desarrollo profesional. Específicamente en los estados, municipios y regiones apartadas de donde partió la idea política de Lázaro Cárdenas para construir la gran plataforma electoral del PRI:

“Como Presidente de la República, el 30 de noviembre de 1934, Lázaro Cárdenas del Río, luego de presentar las urgentes necesidades que había de atenderse en el país, dijo que había que fijar la atención en el problema electoral del municipio que, siendo la pequeña célula de las instituciones políticas, era donde más radicaba el más sincero entusiasmo del sufragio y las más grandes pasiones por la identidad de los electores con los candidatos”.

Sin embargo, estas ideas conformaron, después de muchos años, el partido que, con su gran estructura (armazón), aglutinó a todas las corrientes políticas representativas del país. Convirtiéndose así en el partido histórico de México, como todos los demás que existen hasta en la actualidad en el mundo. Mientras que en el caso de Andrés Manuel López Obrador, es en quien recae toda la responsabilidad y organización del partido, por carecer de la “armazón” electoral y, por supuesto de ideólogos que le den contenido y forma electoral a sus ideas y propuestas hacia el futuro. Hasta ahora los triunfos electorales de sus candidatos, se han obtenido por un movimiento social, político y el liderazgo del presidente; y no por contar con la armazón o estructura de un partido,Por lo que se tiene que analizar de cómo, sus candidatos en el 2024, con sus propias ideas y discursos, podrán obtener el éxito electoral que obtuvo López Obrador en las urnas, así como de qué manera continuar con su legado ideológico.

Con estas consideraciones se podría ir sacando conclusiones sobre la metodología que aplicará el presidente para elegir a su sucesor: la encuesta. En primer plano, analizar a cada uno de sus más fieles y leales colaboradores, originarios de Tabasco. En segundo plano, un poco más lejanos, los que provienen del centro y otras regiones del país. La encuesta, es el método que le confiere al presidente mayor transparencia y, al mismo tiempo, conducir, sin riesgo alguno, el proceso electoral y elegir al candidato que coincida con su proyecto de Transformación. De otra manera, poniendo en juego Una Democracia de Carne y Hueso, propuesta por Enrique González Pedrero, que era por consulta a las bases, sería el método fatídico que fragmentó al PRI. Porque a partir de entonces fue cuando desertaron el mayor número de militantes destacados, entre dirigentes regionales y municipales, para integrarse al movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Un fenómeno que sigue ocurriendo y desarticulando al PRI, y que hasta la actualidad, no concluye. Por lo que se supone, si crece el número de evasiones de priistas para ser postulados candidatos por parte de Morena, el presidente podrá lograr su propósito, tener el poder para constituir el partido institucional que dejó de existir en México.

A partir de estas ideas, habrá muchos elementos más para reflexionar y analizar si Andrés Manuel López Obrador, leal a sus principios morales e ideológicos, y actualmente con su experiencia como presidente de la república, tomará la decisión más importante de toda su trayectoria y experiencia en el poder, cuando tenga que elegir a su sucesor. Desde luego se puede suponer, o conjeturar, que deberá de seleccionar entre uno de aquellos que lo acompañaron en los inicios de su movimiento en Tabasco. Las destacadas figuras que lo acompañaron en los éxodos a la ciudad de México.
Este es el debate que se está dando actualmente en los medios de comunicación, sectores sociales y políticos, y por supuesto, entre los más cercanos colaboradores del presidente. Un debate prematuro que el propio Andrés Manuel López Obrador, quizás, ingeniosamente ha propiciado con el firme propósito de conocer, anticipadamente, los verdaderos sentimientos ocultos y lealtades de cada uno de sus colaboradores que aspiran a sucederlo. Saber con certeza quién puede defender y continuar con su proyecto de la Cuarta Transformación, incluso ideológicamente.

Así, como conservar la raíz y la esencia histórica de su movimiento como el vértice del movimiento en México, Recrear sus obras emblemáticas como el Aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, y operen a toda su capacidad y ofrezcan los eficientes servicios como están consideradas; y no suceda, como acontece de un sexenio a otro, que se conviertan en elefantes blancos. Además, continuar y ampliar los programas sociales. Y, sobre todo, la que debe ser su principal preocupación, que no se repita, una vez más, lo que siempre sucede al final de cada sexenio y al iniciar el otro, se deponga todo lo avanzado por impulsar doctrinas contrarias, modificando los proyectos y programas. Y al mismo tiempo, se recurra, como otras veces se ha visto, a suprimir los avances de las obras sociales y económicas del gobierno anterior, y en este caso, concretamente, sepulten el proceso de la Cuarta Transformación. Entre otras cosas, se evite la ruptura entre el presidente electo y el que deja el poder. Un tema que merece analizarse, pues un hecho, según la historia, parece ser inevitable.

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