Con el control del tablero político en sus manos, López Obrador ha utilizado y utilizará el aparato de estado.
Por: La Palabra Política.
CDMX, 15 de mayo del 2024.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dejado una marca indeleble en la historia política de México. Con su movimiento de resistencia y persistencia, ha llegado al poder y se ha convertido en el líder indiscutible del país. A medida que se acerca el final de su mandato, queda claro que no tiene intención de abandonar el poder que ha consolidado durante su tiempo en el cargo.
López Obrador es el hombre del momento, el creador y guía de un movimiento que lo llevó a la presidencia. Posee el control del tablero político y cuenta con un fuerte respaldo social, especialmente entre los sectores más vulnerables de la sociedad mexicana. Con el poder del aparato estatal a su disposición, está decidido a utilizar todos los medios necesarios para asegurar que su sucesora, la doctora Claudia Sheinbaum, llegue al Palacio Nacional.
El presidente está trabajando en estrecha colaboración con los secretarios de estado y los gobernadores de su partido para movilizar todos los recursos disponibles y lograr esta última victoria política. Esta estrategia no es nueva ni única; partidos anteriores, como el PRI y el PAN, han utilizado el mismo enfoque para mantenerse en el poder.
López Obrador es un operador político consumado, con experiencia en el manejo de campañas y movilización de votantes. Utilizará todo su conocimiento y habilidades para asegurar la victoria de su partido y mantenerse en el gobierno durante otro sexenio. Su única preocupación no es la estructura del gobierno, ya que tiene el control del sistema político, sino el despertar de las conciencias de los votantes.
El temor del presidente radica en que los ciudadanos, especialmente aquellos que antes no votaban, ahora participen en las elecciones y otorguen su voto de castigo a su partido. Mientras tanto, la oposición está llevando a cabo una campaña de concientización para cuestionar si los mexicanos quieren más de lo mismo.
El panorama político en México está en disputa. López Obrador ha puesto en marcha la maquinaria del estado para garantizar el éxito de su partido en las próximas elecciones, mientras que la oposición busca despertar la reflexión entre los votantes sobre el rumbo del país. La batalla por el futuro de México está en marcha, y el legado de López Obrador será evaluado en función de cómo aborde los desafíos que enfrenta el país en sus últimos meses en el poder.
