Política

El Regreso del Fundador: Cuando la Plaza Llama a López Obrador.

Él vuelve. Vuelve sin pedir permiso.

Por: La Palabra Política.
CDMX, 10 de noviembre del 2025.

Hay líderes que se retiran. Otros simplemente se repliegan. Andrés Manuel López Obrador pertenece a la segunda especie. No es un político que abandone, es un estratega que observa. Desde su silencio aparente, ha estado midiendo el pulso de su creación. Y en ese pulso hay algo que comienza a desacompasarse: su movimiento.

Morena atraviesa un momento de fractura interna. Luchas por cuotas de poder, disputas territoriales, liderazgos regionales que se creen dueños de la causa, operadores que comprenden el poder como botín y no como compromiso. Lo que alguna vez fue entusiasmo, convicción y causa, hoy en algunos rincones huele a soberbia, ambición desbordada y desgaste moral. Se perdió mística. Se perdió esencia. Se perdió algo sagrado: la ética de la lucha.

Y López Obrador lo sabe.

La presidenta Claudia Sheinbaum gobierna con seriedad y disciplina, pero enfrenta un terreno movedizo, erosionado por intereses que no siempre comulgan con la raíz del proyecto. Su administración es golpeada desde flancos externos e internos. No es solo oposición. Es fuego amigo disfrazado de lealtad. Es poder que se reacomoda sin prudencia. Es política sin memoria.

Al mismo tiempo, su movimiento enfrenta golpes directos: señalamientos contra su hijo, fracturas dentro del partido, figuras que crecieron bajo su ala tomando rumbos propios, algunos legítimos, otros oportunistas. Morena dejó de ser un ejército dispuesto a caminar; en algunos espacios, se ha vuelto un archipiélago de intereses personales.

Y cuando un movimiento pierde armonía, el fundador lo siente como si perdiera sangre.

No se trata de nostalgia, sino de alerta.

López Obrador es un animal político en el sentido más exacto del término: respira política, se alimenta de política, vive para la lucha y de la lucha. Su escenario no es el escritorio ni la oficina. Su escenario es la plaza pública, la banqueta, la comunidad indígena, la colonia popular, la vereda de tierra suelta. Ahí está su energía. Ahí está su poder. Ahí está su razón.

Su regreso no será con cargos ni con títulos. Él ya no necesita silla ni investidura. Su fuerza no es institucional. Es emocional. Su cargo real está en la memoria sentimental del pueblo.

El regreso de López Obrador será desde las calles.

Las plazas volverán a llenarse. Los pueblos volverán a escucharlo. Él volverá a caminar entre campesinos, obreros, estudiantes, madres de familia, indígenas, trabajadores de feria y pescadores. Volverá a sentir la respiración del país en el pecho. Porque ese es el territorio donde él se hace invencible.

El pretexto será su libro. La gira editorial. Las presentaciones públicas. Pero todos saben que detrás hay una misión mayor: retomar el timón moral de su movimiento. Reordenar. Reafilar. Reencender.

Porque él ve lo que está pasando: hay jóvenes del movimiento que creen que la política es subir fotos en camionetas blindadas; hay operadores que olvidaron la humildad y el sacrificio; hay quienes creen que el triunfo viene de la chequera y no de la conciencia.

Y López Obrador no luchó 30 años para dejar que su casa se contamine.

Si algo ha demostrado en su trayectoria es que cuando el movimiento corre peligro, él vuelve. Vuelve sin pedir permiso. Sin negociar protagonismos. Sin cálculo electoral.

Vuelve porque el movimiento es él.

Y porque el pueblo aún lo llama.

2026 no será un regreso teatral, será un regreso instintivo. No buscará poder, buscará rumbo. No buscará aplausos, buscará verdad. No buscará protagonismo, buscará coherencia.

La brújula del movimiento necesita una mano firme. La maquinaria requiere aceite. La emoción necesita reactivarse. Y él sabe hacerlo. Mejor que nadie. Porque lo ha hecho antes. Porque él lo creó.

Morena tiene votos.

Pero sin él, puede perder alma.

Y un movimiento sin alma no conquista, solo administra.

López Obrador volverá. No porque quiera. Sino porque su movimiento lo necesita.

Y él nunca ha sido indiferente al llamado de la plaza.

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