Presentación del libro El Horizonte Hacia el 2024.
Obra del periodista José Rodríguez Castro, donde se se publican entrevistas de exgobernadores de Tabasco que impulsaron los grandes cambios políticos e ideológicos en el estado y que trascendieron en todo el país. Hasta el triunfo político electoral de Andrés Manuel López Obrador que lo llevó a la presidencia de la república.
Esta obra es oportuna porque predijo todo aquello que actualmente ocurre con el proceso interno de Morena para elegir a su candidata presidencial y las grandes consecuencias.
El libro se puede adquirir o solicitar a todas las librerías del país, incluso en Samborns.
Presentación
“Tabasco, está en el vértice del movimiento social en México”, fue una de las tantas declaraciones premonitorias que emitió durante su campaña electoral, el general Lázaro Cárdenas, en su visita al estado de Tabasco, en los tiempos cuando gobernaba Tomás Garrido Canabal. Si tomamos en cuenta estas declaraciones, como a la ideología socialista aplicada por Tomás Garrido en el ejercicio del poder social e ideológico en el sureste mexicano, así como a las de otros políticos locales que se inclinaron por esta misma ideología de izquierda, y leyendo los libros escritos por Andrés Manuel López Obrador, se puede llegar a la conclusión que éste ha tenido, desde un principio, muy definido su ideario político, llevándolo a la práctica, ya, como presidente de la república y defendiéndolo en sus declaraciones cotidianas.
Haciendo algunas breves menciones históricas, Andrés Manuel López Obrador, desde que inició su movimiento social y popular por la Transformación en las comunidades indígenas en el estado de Tabasco, luego regional, hasta trascender a todas las regiones del país, tal vez tomando como ejemplo los ideales de aquellos hombres, como Lázaro Cárdenas, Tomás Garrido, Carlos A. Madrazo y Enrique González Pedrero, construyó, con el apoyo popular, su principal proyecto de gobierno. Por lo que no se puede poner en duda su firme convicción ideológica y una democracia que proviene de la voluntad popular.
Estos fueron los motivos y las razones que nos llevó a rescatar y publicar las entrevistas concedidas por cinco gobernadores, publicadas por aquellos años, en el semanario más prestigiado que haya existido en Tabasco, La Palabra Política. En cada una de ellas, es posible, ir hilando cabos, de cómo fue el marco y el escenario político, donde Andrés Manuel López Obrador, inició su larga marcha, así como su recorrido por todo el país, hasta convertirse en presidente de la república.
Puntualizando que una de ellas se agregó por el origen histórico del movimiento social en Tabasco, la de Tomás Garrido Canabal. Ésta no se encuentra en los archivos históricos, publicada en la revista Tricolor. Es probable que sólo se editó unos cuantos ejemplares.
Esta fue una entrevista que le concedió Tomás Garrido a Julio Sesto, director de la revista, siendo de agricultura durante el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934) Otra, por uno de los amigos más cercanos a Carlos A. Madrazo, Manuel Rodríguez Oramas; así como la opinión y el análisis de Andrés Manuel López Obrador, sobre el mismo Carlos Madrazo. Otra, por el diputado, Arístides Prats Salazar, político de prestigio que conocía perfectamente el pensamiento ideológico y obra social del gobernador, Enrique González Pedrero. La de Salvador Neme Castillo, como la de Adán Augusto López Hernández, fueron entrevistas realizadas por el equipo del semanario, La Palabra Política.
Las entrevistas se traducen fielmente las opiniones y declaraciones, sin recortes ni agregados, tal como la concedieron al semanario, que, al correr de los años, se pueden evidenciar detalles y parte de los orígenes de la transformación democrática del país. Además, quizás, algunas revelaciones sobre la gran hazaña y el largo camino que recorrió Andrés Manuel López Obrador, hasta alcanzar el poder. Además, si nos apoyamos en las declaraciones que trasmitiera Lázaro Cárdenas, en Tabasco, se puede pensar que Andrés Manuel López Obrador, continúa la trayectoria del “vértice del movimiento social en México.
Lo que puede ser hoy, parte y contenido del proyecto de transformación. Principalmente por su liderazgo y capacidad para concientizar y ganarse la simpatía y el apoyo de millones de mexicanos, obteniendo, también, millones de votos en las urnas, que jamás haya obtenido un candidato presidencial. Y poniendo en marcha, finalmente, la denominada Cuarta Transformación de México, proveniente de aquellas ideas ideológicas que se produjeron en Tabasco y por tantas otras sostenidas por líderes de todo el país que comulgaban con la izquierda.
En este marco de los movimientos sociales y regional, no se debe pasar por alto a Salvador Neme Castillo, priista, quien a pesar de haber gobernado sólo tres años, por una lamentable ruptura ocasionada por algunos conspiradores, provenientes del poder central y actores influyentes del Comité Ejecutivo nacional PRI, como de otros intereses locales, enfrentó con dignidad y firmeza sus ideas y principios ideológicos. Por su firme postura, se le confiere reconocimiento, la lealtad a sus ideales y la dignidad ideológica que conservó hasta el último momento. Sin embargo, la ruptura del PRI que desde hacía mucho tiempo se venía profundizando, principalmente por la muerte de Luis Donaldo Colosio, se hizo mucho más profunda en Tabasco por las movilizaciones promovidas por Andrés Manuel López Obrador. En el centro del país, en esos mismos momentos, también se resentía la fragmentación por las numerosas deserciones de muchos líderes de izquierda y representativos del PRI. Especialmente quienes habían sido parte de la homogeneidad y la cohesión democrática del partido. Aquella organización, “armazón”, como lo que había definido Maurice Duverger: “En los partidos modernos, esta armazón alcanza una gran importancia: constituye el marco general de la actividad de los miembros, la forma impuesta a su solidaridad; determina de selección de los dirigentes y los poderes de éstos. Explica a menudo la fuerza y la eficacia de algunos partidos, la debilidad y la ineficacia de los demás”. (Maurice Duverger.
Los partidos políticos
El verdadero significado de una gran estructura para operar eficiente electoralmente. La reorganización que con sabia habilidad política constituyó Lázaro Cárdenas, integrando, con visión hacia el futuro del país, a de todas las corrientes ideológicas provenientes de la revolución y movimientos populares. De ahí que se haya convertido en el partido más grande de México, como una vez, como gobernador, lo declaró Enrique González Pedrero.
En los días cuando Salvador Neme Castillo realizaba su campaña electoral por todo el estado, vivió una situación inédita, la división, inconformidad y la diferencia interna dentro de las filas de su partido. Por otra parte el poder central y los dirigentes del CEN del PRI, sin tener capacidad y opciones para tomar acuerdos cupulares y reorganizar las diferencias, optó por una emergente y rápida solución. Atribuyéndole a Neme Castillo, la inconformidad y desacuerdos. Aun así, Neme Castillo, en sus declaraciones y discursos de campaña, se mostró firme y tolerante con todos aquellos se prestaron para las conspiraciones plenamente identificados.
De tal manera que la decisión centralista, coincidiendo con los conspiradores, optó por la decisión alevosa, teniendo como fin, en el fondo, debilitar y fragmentar el movimiento social, encabezado por López Obrador. Pero los resultados les fueron contraproducentes, porque en el intento de López Obrador por obtener la gubernatura del estado por segunda ocasión, enfrentó un sonado fraude electoral que mostrando pruebas fehacientes, con boletas de la elección y en cajas. Una escandalosa operación que no había presentado antes en contra del PRI, durante las elecciones que llevaron a Salvador Neme Castillo ser gobernador de Tabasco. Este suceso que trascendería a nivel nacional, en lugar de eliminar el liderazgo de Andrés López Obrador en la región, y desplazarlo de las plazas públicas, éste se ganó una mayor simpatía en todo el país.
Pero mucho antes, cuando Tabasco esperaba ser gobernado por un político originario totalmente de estas tierras, que tuviera su domicilio en la capital, así como sus propios familiares, Salvador Neme Castillo, entonces senador de la república, cumplía con todos estos requisitos electorales. De ahí que sus discursos durante su campaña, fueron alusivos a favor de la unidad y rescatar los valores de ser tabasqueño. Así como fortalecer y ampliar los programas de desarrollo social y económico que ya se aplicaban con todo éxito en el estado. Trasmitiendo su interés por el respeto hacia quienes habían gobernado.
Pero el movimiento social encabezado por Andrés Manuel López Obrador, que ya también se había iniciado en las zonas marginadas de Tabasco, durante el gobierno de Enrique González Pedrero, influyó en las elecciones locales. Porque siendo uno de los políticos de izquierda y miembro destacado del PRI, González Pedrero había modificado el sistema electoral y democrático hacia el interior de su propio partido, proponiendo una Democracia de Carne y Hueso. Ideas que había venido proponiendo en sus escritos, ensayos, libros y publicaciones nacionales. Un renovado ideario democrático realista y de izquierda que cancelaba las imposiciones cupulares para seleccionar candidatos a alcaldes, senadores, diputados locales y federales, otorgándole el poder y las decisiones, como el derecho libre de votar, a “la voluntad de los ciudadanos”.
Siendo un político de izquierda González Pedrero, teniendo profundo conocimiento de los movimientos históricos en Tabasco y en el país, muchos de ellos provenientes de tendencias socialistas, ideó proponer una democracia incluyente, llevándola a la práctica durante el tiempo que gobernó Tabasco. Una democracia que debería de provenir de la voluntad popular. Iniciativa que más tarde trascendería hacia el interior del PRI nacional y que, en la cúpula de la organización, al no ser adecuadamente aplicada, o fueron indiferentes a ella por lo avanzada electoralmente, que produjo las primeras deserciones de sus cuadros más valiosos. Un fenómeno que produjo la primera gran crisis en el partido oficial y que desde entonces, hasta la actualidad no ha podido restañar. Un proceso gradual de desintegración que desde que López Obrador iniciara sus éxodos a la capital del país, no ha podido recuperar los liderazgos regionales y su gran plataforma electoral.
La decisión de Enrique González Pedrero por hacer de la democracia un ejercicio de mayor apertura y dejar las decisiones hacia la voluntad popular, permitió que libremente, el PRI, eligiera a su sucesor, quien sería Salvador Neme Castillo. Ésta fue una de las tantas cláusulas fundamentales de su ideario escrito en la Democracia de Carne y Hueso, dejando atrás las imposiciones y las antiguas tradiciones de los “vetos”. Esta misma apertura democrática de civilidad permitió, además, que Andrés Manuel López Obrador, siendo ya gobernador, Salvador Neme Castillo, encontrara un horizonte mucho más amplio y abierto para adentrarse más en el ánimo popular.
Si bien no había coincidencia ideológica entre López Obrador y Neme Castillo, había cierto grado de civilidad y respeto. Si hubo actos violentos, expresiones de inconformidad o descalificaciones, no provocaron una insalvable polarización social que pudo haber llevado a Tabasco y al país a una crisis de ingobernabilidad. Principalmente por la cordura y responsable actitud de Andrés Manuel López Obrador, y a la del propio Neme Castillo. Al mismo tiempo, por gran oficio político de Enrique González Pedrero, en su ánimo de colaboración a favor de la unidad y la cohesión política entre sus más cercanos colaboradores, evitó la zozobra electoral.
Lo relevante del gobierno de Salvador Neme Castillo, fue que respetó la libertad de expresión, después de mucho tiempo de ciertas restricciones en el estado. Fueran críticos o no, tanto en la radio como en la prensa escrita. Este respeto a la libertad de prensa permitió al semanario, La Palabra Política, poder cubrir, ampliamente, no sólo los éxodos encabezados por Andrés Manuel López Obrador hacia la ciudad de México, sino que también obtuvo la entrevista exclusiva más amplia que hasta entonces haya concedido López Obrador a un medio impreso local y nacional. Fue una entrevista realizada durante uno de los éxodos, en sus horas de descanso, hasta haber llegado hasta el Zócalo. Concluyendo en domicilio en Tabasco.
Durante las largas horas en que duró la entrevista, Andrés Manuel López Obrador, se hizo el tiempo para hablar sobre su ideario político. Las razones que lo motivaron a renunciar al PRI. Sobre historia nacional, estatal y líderes políticos. El poder en el trópico. Tomás Garrido. Carlos A. Madrazo. La casta política parasitaria en Tabasco. La responsabilidad como líder moral. El pacto para la convivencia social y política. Los cacicazgos locales y los herederos del poder. Sobre cultura, la familia, sus aficiones personales, el amor, la poesía y la música. Por haber sido la entrevista más extensa que se publicó en los inicios de su movimiento social, fue publicada en un libro con gráficas: Razón y Pasión.
Como gobernador, Salvador Neme, al permitir la libertad de prensa, se logró conceder espacios en los medios de comunicación a los actores políticos de las diferentes tendencias ideológicas. En ningún momento recurrió a la censura. Principalmente cuando Andrés Manuel López Obrador, era ya un destacado líder popular y que cada día se ganaba la voluntad y la simpatía del pueblo, tanto en Tabasco como en todo el país. Aun así, Neme Castillo, bajo ningún argumento, utilizó en sus discursos oficiales el mensaje difamatorio en contra de Andrés Manuel López Obrador. Prueba de ello es cómo se condujo en la extensa entrevista que aquí se publica.
El hecho relevante fue que Neme Castillo, que al respetar la libertad de prensa cuando en otros tiempos, publicaciones con el contenido plural y crítico, ejerciendo libremente de informar, permitió que las expresiones se dieran en un ambiente plural y respeto. Sobre todo cuando antes, el director del semanario La Palabra Políticas, que se vio obligado a exiliarse en la ciudad de México, por sus publicaciones de crítica y análisis. Por la misma libertad de expresión que prevaleció durante su gobierno, como fue la civilidad política del gobierno, se contuvo en gran medida los actos violentos y provocación entre Salvador Neme Castillo y el movimiento encabezado por López Obrador. Aun así, en un tenso clima político saturado de oscuras maniobras, permitió a Neme Castillo, realizar sus tareas de gobierno sin obstáculos. Mientras que Andrés Manuel López Obrador, impulsaba, incansablemente, su movimiento político y social por todo lo ancho y largo del territorio tabasqueño, sin tener que sufrir atropello, excepto algunos provocados por fuerza por fuerzas federales. Por otra parte, Incluso, se evitaron las provocaciones y los agravios personales. Salvador Neme Castillo, nunca tuvo la tentación de dictar órdenes a los medios de comunicación afines a su gobierno, y denostaran en contra de la persona de López Obrador.
En el caso del semanario, La Palabra Política, con el tiempo, reconoció, que Salvador Neme Castillo, que fue uno, entre otros dos gobernadores más, de Tabasco, que le haya permitido a la publicación, tener acceso a sus actividades diarias, desde antes del desayuno en la casa oficial, hasta el camino a palacio de gobierno. Además de conceder la entrevista, incluyendo una crónica, más extensa y detallada que no se repetiría jamás en la historia del periodismo en Tabasco. Fue un hecho inédito del respeto a la opinión crítica y el derecho a la información. La disponibilidad oficial para transparentar las acciones de gobierno. Al mismo tiempo, transformar, con puertas abiertas, parte del ejercicio del poder político en la entidad.
De ahí la importancia de haber considerado la extensa entrevista en el marco de la transición política y democrática en Tabasco. Porque nunca se dijo que lo ocurrido por aquellos días, no fue un asunto de ingobernabilidad o polarización política y social, sino parte de un proceso histórico, evolutivo y cíclico de la política y la consolidación de democrática en Tabasco. Lo que, sin embargo, aprovecharon algunos oportunistas y conspiradores locales, asociados con grupos ajenos al estado, confrontar al gobierno federal con el estatal; quienes sí promovieron acciones de violencia contra Andrés Manuel López Obrador. Además de persecuciones contra los excolaboradores del exgobernador; incluyendo al semanario, La Palabra Política, que una vez más, su director, se vio obligado exiliarse en la ciudad de México, A partir de ahí, distante y en su silencio, Salvador Neme Castillo, salvó su responsabilidad en el proceso de descomposición de su partido por las graves pugnas internas, y viendo cómo la oposición tomaba el poder en Tabasco.
También se debe considerar que lo ocurrido fue parte de los efectos de la gran apertura democrática que había venido proponiendo Enrique González Pedrero como gobernador del estado. Un ejercicio electoral y democrático que puso en práctica donde había mayor influencia de las bases populares, tanto en la elección de candidatos como en el proceso electoral y votación en las urnas. Tal vez retomando las ideas socialistas de cómo gobernó Tomás Garrido Canabal. Quien fomentó de las organizaciones proletarias, que promovían y defendían sus ideales. Aquellos programas sociales que tanto llamó la atención a Lázaro Cárdenas y que, más tarde, inspirarían al propio Andrés Manuel López Obrador.
Porque Lázaro Cárdenas había declarado, teniendo a su lado a Tomás Garrido, que los programas sociales que se desarrollaban exitosamente en Tabasco, deberían ser un ejemplo nacional. Desde entonces, hasta los tiempos actuales, a pesar de los cambios constantes y hasta violentos, en cada proceso electoral, entre otras de ideólogos, ha sido parte de la inspiración del movimiento social encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Porque es probable que de aquella definición emitida por Lázaro Cárdenas, López Obrador, haya enriquecido sus propias ideas que lo llevaron a conformar su proyecto de la Transformación de México.
Como presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, no ha dejado de ejercer con fidelidad su compromiso ideológico. Al mismo tiempo, demostrando gratitud con quienes lo acompañaron desde Tabasco para alcanzar el poder. A cada uno de ellos los ha integrado a su equipo de gobierno, especialmente en las posiciones de mayor responsabilidad y confianza. Entre tantos otros políticos de otras regiones del país que tienen los mismos merecimientos y confianza; así también a los que formaron parte de su equipo cercano como jefe de gobierno. Muchos de ellos, provenientes del PRI y otros partidos políticos, gobernadores, senadores y diputados. Por lo que se refiere que el presidente, además de la transformación que está impulsando, parece estar seguro de poder conformar una nueva clase política (élite), ideológicamente de izquierda en México.
En el mismo sentido y propósito, también les ha correspondido a los medios de comunicación, periodistas, comentaristas, artistas y empresarios, que simpatizaron y apoyaron su movimiento. Un proceso que se va dando con otras corrientes de opiniones alternas que poco a poco, como transcurre el sexenio, y el horizonte electoral, las va integrando. Principalmente en las regiones del país donde el PRI ha perdido el dominio y apoyo electoral. Concretamente de organizaciones sociales y privadas, medios de comunicación, intelectuales y otros sectores que ante la disolución del PRI, han dejado de tener oportunidades y espacios para su desarrollo profesional.
Además, si se observa con detenimiento, siendo ya presidente de la república, a los originarios de Tabasco, los ha integrado a su círculo de mayor cercanía. Que son, por encima de todo, quienes les han demostrado, desde el inicio de su movimiento, lealtad a toda prueba.
En este escenario de la trayectoria de los movimientos sociales ideológicos provenientes de Tabasco, y en México, los cuales son parte de la Transformación sexenal, ya se podría ir sacando conclusiones sobre la metodología que aplicará el presidente para elegir a su sucesor: la encuesta. En primer plano, analizando a cada uno de sus más fieles y leales colaboradores, originarios de Tabasco. En segundo plano, un poco más lejanos, los que provienen del centro y otras regiones del país. Pero además, que por el método que ha decidido para elegir a su sucesor, se descarta los “dedazos”, “tapados” y la consulta a las bases.
La encuesta es el método que le confiere al presidente mayor transparencia y, al mismo tiempo, conducir, sin riesgo alguno, elegir al sucesor afín a su proyecto de Transformación. De otra manera, poniendo en juego Una Democracia de Carne y Hueso, propuesta por Enrique González Pedrero, que era por consulta a las bases, sería el método que fragmentó al PRI. Fue la primera vez cuando desertó el mayor número de militantes destacados, entre dirigentes regionales y municipales, para integrarse al movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Un fenómeno que ha continuado desarticulando al PRI, y que hasta la actualidad, no concluye. Por lo que se supone serán los de mayor influencia para elegir al sucesor del presidente.
Habrán muchos elementos más para reflexionar y analizar si Andrés Manuel López Obrador, leal a sus principios morales e ideológicos, y actualmente con su experiencia como presidente de la república; incluso, con sus relaciones políticas internacionales y teniendo una abrumadora popularidad, que nunca antes tuvo un presidente de la república, cómo tomará la decisión más importante de toda su trayectoria y experiencia en el poder, cuando tenga que elegir a su sucesor. Se puede suponer, o conjeturar, que debe seleccionar entre uno de aquellos que lo acompañaron en los inicios de su movimiento en Tabasco. Entre quienes lo acompañaron en los éxodos a la ciudad de México. En uno de aquellos que aún conserve profundamente sus ideales y compromiso con sus ideas de izquierda.
Principalmente, teniendo en cuenta que le será leal al ejercer el poder y que, como ningún otro de los sucesores, lo considere como un expresidente merecedor de homenajes merecido, además de continuar con su movimiento y dejarlo inconcluso. Que le conceda el sueño de toda su vida y por el que ha luchado desde su juventud, ser parte de los grandes personajes que han cambiado la historia de México. Este es el debate que se está dando actualmente en los medios de comunicación, sectores sociales y políticos, y por supuesto, entre los más cercanos colaboradores del presidente, se tiene que considerar el sueño y el ideal del presidente.
Un debate prematuro que el propio Andrés Manuel López Obrador, quizás, ingeniosamente ha propiciado con el firme propósito de conocer, anticipadamente, los verdaderos sentimientos ocultos y lealtades de cada uno de sus colaboradores que aspiran a sucederlo. Saber honradamente quién puede defender y continuar con su proyecto de la Cuarta Transformación, incluso ideológicamente, frenando a la derecha y a los conservadores.
Así, como conservar la raíz y la esencia histórica de su movimiento como el vértice del movimiento en México, que definió Lázaro en Cárdenas en Tabasco. Recrear sus obras emblemáticas como el Aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, y operen a toda su capacidad y ofrezcan los eficientes servicios como están consideradas; y no suceda, como acontece de un sexenio a otro, que se conviertan en elefantes blancos. Además, continuar y ampliar los programas sociales.
Y, sobre todo, la que debe ser su principal preocupación, que no se repita, una vez más, lo que siempre sucede al final de cada sexenio y al iniciar el otro, se deponga todo lo avanzado por impulsar doctrinas contrarias, modificando los proyectos y programas. Y al mismo tiempo, se recurra, como otras veces se ha visto, a suprimir los avances de las obras sociales y económicas del gobierno anterior, y en este caso, concretamente, sepulten el proceso de la Cuarta Transformación.