Es crucial que la sociedad mexicana reflexione sobre estos cambios y su impacto a largo plazo.
Por: La Palabra Política.
CDMX, 17 de mayo del 2024.
En las democracias modernas, el vaivén entre gobiernos de distintas ideologías—centro, izquierda y derecha—es una manifestación de la pluralidad y la vitalidad democrática. Sin embargo, este cambio constante también afecta de manera profunda la vida cotidiana de los ciudadanos y las estructuras del Estado. Un caso notable es México, donde en los últimos cinco años, la llegada de la izquierda al poder ha desencadenado transformaciones significativas y controvertidas en las instituciones creadas durante más de cuatro décadas.
Desde que MORENA, el partido de izquierda liderado por Andrés Manuel López Obrador, asumió la presidencia, se han implementado cambios profundos en las instituciones del Estado. Muchas de estas instituciones eran fundamentales para la transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la información, elementos esenciales para el buen funcionamiento de una democracia.
Desaparición y Modificación de Instituciones Clave.
Una de las áreas más afectadas ha sido la transparencia y la rendición de cuentas. Instituciones como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) han visto reducidas sus capacidades operativas y presupuestales. Estas instituciones, que antes permitían a los ciudadanos y periodistas investigar y denunciar actos de corrupción, ahora enfrentan una creciente precariedad.
Durante sexenios anteriores, estas herramientas fueron cruciales para destapar casos significativos de corrupción, como el sobrecosto de la Estela de Luz en la administración de Felipe Calderón y la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto. En la administración actual, se han señalado irregularidades en la asignación de contratos a personas cercanas al círculo del presidente, lo que subraya la importancia de mantener robustos mecanismos de control y transparencia.
La Centralización del Poder y el Ataque al Sistema Judicial.
Otro aspecto preocupante es el debilitamiento del sistema judicial. La independencia judicial es una piedra angular en cualquier democracia funcional. Sin embargo, ha habido múltiples intentos por parte del gobierno de influir en el Poder Judicial, una estrategia que recuerda a las tácticas empleadas en otros países gobernados por la izquierda radical, como Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Estos países, unidos en el Foro de São Paulo, han sido criticados por centralizar el poder, socavar las instituciones democráticas y perpetuar regímenes autoritarios. En México, el discurso oficial ha comenzado a reflejar algunas de estas ideas, promoviendo una narrativa divisoria que contrapone a los ricos y la clase media contra los pobres, y justificando así políticas que consolidan el poder en manos del gobierno.
El Peligro de la Polarización y la Desinformación.
La polarización y la desinformación han aumentado significativamente. La narrativa del gobierno frecuentemente señala a la clase media y a los empresarios como responsables de las desigualdades, mientras que fomenta una dependencia hacia el estado entre las clases más desfavorecidas. Este enfoque puede generar una aceptación acrítica de las políticas del gobierno entre los sectores más vulnerables, perpetuando un ciclo de dependencia y lealtad política.
Este patrón no es nuevo y ha sido observado en otros regímenes de izquierda en América Latina. La estrategia consiste en crear una base electoral fiel a través de programas sociales, al tiempo que se desmantelan o controlan las instituciones que pueden desafiar al poder ejecutivo.
Un Llamado a la Reflexión Democrática.
Es crucial que la sociedad mexicana reflexione sobre estos cambios y su impacto a largo plazo. La fortaleza de una democracia no reside únicamente en la capacidad de elegir a los gobernantes, sino también en la existencia de instituciones sólidas e independientes que garanticen la transparencia, la rendición de cuentas y el equilibrio de poderes.
En conclusión, el desmantelamiento de instituciones en México bajo el gobierno de izquierda de MORENA no es solo un problema político; es un desafío a la estructura democrática misma del país. La historia reciente de América Latina ofrece lecciones valiosas sobre los peligros de la centralización del poder y la erosión institucional. México debe prestar atención a estas lecciones para proteger y fortalecer su democracia en beneficio de todos sus ciudadanos.