Política

Descontento y deserción en filas de MORENA: El dilema de la estructura política.

Uno de los principales puntos de conflicto dentro de MORENA radica en la distribución de cargos y responsabilidades.

Por: La Palabra Política.

CDMX, 16 de febrero del 2024.

Con la proximidad de las elecciones y la definición de candidaturas para cargos importantes en el país, el partido MORENA enfrenta un desafío interno que amenaza con socavar su cohesión y debilitar su base militante. El movimiento que surgió como una alternativa política ha evolucionado hasta convertirse en uno de los actores principales del panorama político mexicano, sin embargo, este crecimiento no ha estado exento de tensiones y conflictos internos.

Desde su surgimiento, MORENA ha sido más un movimiento social que un partido político tradicional. Su fundador, Andrés Manuel López Obrador, ha encabezado una lucha por la justicia social y la transformación del país, convocando a millones de seguidores bajo la bandera de la esperanza y el cambio. Sin embargo, esta naturaleza movimientista ha traído consigo desafíos en términos de organización y estructura partidaria.

A diferencia de los partidos políticos establecidos como el PRI o el PAN, que cuentan con una estructura jerárquica clara y una red de militantes sólidamente integrada, MORENA ha carecido históricamente de una organización interna robusta. Si bien esto ha sido una ventaja en términos de flexibilidad y adaptabilidad a las demandas sociales, también ha generado tensiones y conflictos dentro del partido.

Uno de los principales puntos de conflicto dentro de MORENA radica en la distribución de cargos y responsabilidades. A medida que el partido ha ido consolidando su presencia en la escena política nacional, ha surgido una lucha interna por el poder y la influencia. Aquellos militantes que han dedicado años de su vida al partido se sienten relegados y desatendidos, mientras que aquellos con recursos económicos o capacidad de movilización de votantes parecen tener un acceso privilegiado a las posiciones de liderazgo.

Esta situación ha generado un profundo descontento entre la base militante de MORENA, muchos de los cuales sienten que no se les reconoce su esfuerzo ni su lealtad al partido. La falta de un criterio claro y transparente para la asignación de cargos ha alimentado la percepción de favoritismo y clientelismo dentro del partido, lo que ha llevado a un aumento en las deserciones y renuncias.

El descontento y la deserción de militantes en todo el país reflejan un problema estructural en MORENA, donde la falta de un esquema partidario sólido ha generado divisiones y tensiones internas. La pregunta que queda en el aire es ¿quién es responsable de esta situación? ¿El partido, los movimientos, o las decisiones internas de liderazgo? Sin una respuesta clara, MORENA enfrenta un desafío crucial en su camino hacia las próximas elecciones. La capacidad de resolver estas tensiones internas y fortalecer su estructura organizativa determinará en gran medida el éxito del partido en el futuro político de México.

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