Su liderazgo ha dejado claro que el poder no se trata solo de posiciones, sino de trabajar en conjunto para el beneficio común.
Por: La Palabra Política.
CDMX, 17 de septiembre del 2024.
A solo unas semanas de asumir el cargo como la próxima Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina ha demostrado un liderazgo político innegable y un profundo talento en el manejo del quehacer político. La elección mayoritaria de los capitalinos para que Brugada sea su guía durante los próximos años no fue casualidad, sino el reflejo de una líder que sabe leer los tiempos, interpretar los momentos y actuar en consecuencia. Su capacidad para interpretar los aconteceres políticos, una cualidad clave que la ha llevado a los niveles más altos de la política mexicana, ha quedado demostrada en sus recientes acciones y acercamientos con figuras de la oposición.
Brugada, una figura política con profundas raíces en la izquierda, ha dejado claro que, aunque su identidad política está marcada por su militancia en MORENA y su compromiso con la Cuarta Transformación, su visión como gobernante va más allá de las divisiones partidistas. En su reciente acercamiento con alcaldes electos del PAN, Brugada no solo ha demostrado su habilidad para construir consensos y puentes, sino que ha establecido un mensaje claro y contundente: las rivalidades políticas no deben interferir en el bienestar común y la buena gobernanza.
Uno de los ejemplos más recientes y significativos de esta estrategia fue su reunión con el alcalde electo de la delegación Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe Echarte, una figura prominente del PAN. Este encuentro no solo envió un mensaje de conciliación política, sino que marcó el inicio de una serie de diálogos con otros alcaldes de oposición. Brugada ha sostenido reuniones con Giovani Gutiérrez Aguilar, alcalde electo de Coyoacán, y con Luis Mendoza Acevedo, próximo alcalde de Benito Juárez. Estos encuentros son emblemáticos de su visión de construir un gobierno que, independientemente de las filiaciones políticas, esté centrado en el bienestar de los ciudadanos.
El liderazgo de Clara Brugada es el de una política que comprende que el poder debe ejercerse con madurez, pragmatismo y, sobre todo, con el objetivo de mejorar la vida de los ciudadanos. Su disposición para colaborar con alcaldes de la oposición no solo es una señal de su compromiso con la gobernanza efectiva, sino también un reflejo de su entendimiento de que la Ciudad de México necesita un liderazgo que una, no que divida. Brugada tiene claro que la política partidista no puede anteponerse al bienestar de los «chilangos», y su habilidad para tejer alianzas con la oposición es muestra de su madurez y responsabilidad política.
Este enfoque colaborativo de Brugada también refleja una ruptura con la tradicional confrontación entre partidos en la capital. Aunque MORENA ha consolidado su poder en muchos de los principales puestos de elección popular, la pluralidad política de la Ciudad de México exige un liderazgo que no solo sea fuerte, sino inclusivo. En este contexto, Clara Brugada ha dejado claro que no gobernará con sectarismo, sino con una visión incluyente que contemple la diversidad política de la ciudad.
Además de su capacidad para negociar y construir puentes, Brugada ha demostrado ser una líder profundamente comprometida con la justicia social y el bienestar de las comunidades más vulnerables. A lo largo de su carrera, ha sido una defensora de los derechos de las mujeres, los trabajadores y los sectores populares, y ha impulsado políticas que han mejorado la calidad de vida de miles de capitalinos. En su gestión como alcaldesa de Iztapalapa, Brugada implementó programas innovadores en materia de seguridad, salud y desarrollo social, que la posicionaron como una figura cercana al pueblo y comprometida con las causas populares.
La Jefa de Gobierno electa sabe que su mandato está cargado de expectativas, no solo por ser la segunda figura política en tomar el cargo bajo el sello de la Cuarta Transformación, sino también por el hecho de que la ciudad enfrenta desafíos importantes en temas de movilidad, seguridad y desarrollo urbano. Sin embargo, Clara Brugada ha dejado claro que está dispuesta a encarar estos retos con una visión clara y con una red de alianzas que le permitirá avanzar en sus proyectos más ambiciosos para la capital.
El mensaje de la próxima Jefa de Gobierno es claro: la prioridad es el bienestar de los ciudadanos, y para lograrlo, la colaboración entre todas las fuerzas políticas es esencial. Los encuentros con los alcaldes de oposición han sido solo el primer paso de un camino que busca unir esfuerzos, dejando de lado las rivalidades partidistas para trabajar en proyectos conjuntos que beneficien a todos los habitantes de la ciudad. Esta disposición a crear alianzas y fomentar la cooperación entre distintos actores políticos será, sin duda, una de las características que definirán su mandato.
Clara Brugada Molina no solo se prepara para gobernar la Ciudad de México, sino también para consolidar una forma de hacer política que, lejos de ser confrontativa, será inclusiva, pragmática y orientada a resultados. Su liderazgo ha dejado claro que el poder no se trata solo de posiciones, sino de trabajar en conjunto para el beneficio común. Los capitalinos han elegido a una mujer fuerte, con carácter y una visión clara para dirigir los destinos de la metrópoli más importante del país. Brugada está lista para asumir el reto, y todo indica que su gobierno marcará una nueva etapa en la historia política de la Ciudad de México.
