Este nuevo ciclo también marcará el fin del capitalismo rapaz que ha prevalecido en el país.
Por: La Palabra Política.
CDMX, 5 de septiembre del 2024.
Con la llegada del fin del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, México se encuentra en la antesala de un nuevo ciclo de gobierno que promete continuar y consolidar el proyecto de la Cuarta Transformación (4T). El legado de López Obrador no solo marca un cambio político y social en el país, sino que también define la ruta que seguirá Claudia Sheinbaum Pardo, la Presidenta electa, quien tomará las riendas con el compromiso de seguir fortaleciendo el movimiento que ha transformado las bases del sistema político y económico mexicano.
Este nuevo ciclo no será una simple continuación; las decisiones que se están tomando para fortalecer la 4T apuntan hacia una evolución en las formas de gobernanza, en los acuerdos nacionales e internacionales, y en el modelo económico que ha prevalecido en México durante las últimas décadas. En este sentido, el neoliberalismo que dominó la política mexicana por más de 80 años está llegando a su fin, dando paso a una visión más centrada en el bienestar social, la igualdad y la justicia económica.
Transformación Política y Económica: El Fin del Neoliberalismo.
López Obrador ha sido claro desde el inicio de su gobierno: su misión es terminar con el modelo neoliberal que, según él, ha despojado a México de su soberanía económica y ha perpetuado las desigualdades sociales. Durante su mandato, ha impulsado políticas orientadas a fortalecer al Estado como regulador del mercado, así como a redistribuir la riqueza a través de programas sociales. Este cambio de paradigma no solo ha modificado la relación entre el gobierno y la sociedad, sino que también ha reconfigurado el entorno económico del país.
Con Claudia Sheinbaum a punto de asumir la presidencia, las bases de este modelo de transformación están en marcha, pero el desafío ahora es consolidarlas. La nueva gobernanza requerirá decisiones estratégicas que fortalezcan los avances logrados, adaptando las políticas a un México que sigue siendo parte de un contexto global, pero que busca redefinir su papel en ese tablero geopolítico.
Nuevas Alianzas en el Horizonte: China como Socio Estratégico.
Uno de los aspectos más significativos de este cambio es la realineación de México con nuevos actores internacionales, entre los que destaca China. La influencia del gigante asiático en América Latina ha crecido exponencialmente en los últimos años, y México no es la excepción. Bajo el liderazgo de López Obrador, se ha buscado fortalecer la relación con China, no solo como un socio comercial, sino también como un aliado político que comparte una visión de desarrollo económico sin los condicionamientos tradicionales del capitalismo occidental.
China representa una alternativa viable al modelo estadounidense de inversión y comercio. Las similitudes ideológicas entre el gobierno de López Obrador y el Partido Comunista Chino, centradas en la intervención del Estado en la economía y el control sobre los recursos estratégicos, han abierto la puerta a una relación más profunda. Este vínculo con China no solo traerá nuevas inversiones, sino también un cambio en la manera en que México participa en el sistema internacional, alejándose del esquema neoliberal impulsado por Estados Unidos y el FMI.
Con Claudia Sheinbaum como la próxima líder del país, esta relación se verá reforzada. Sheinbaum ha demostrado su capacidad para llevar adelante las estrategias de la Cuarta Transformación y, como parte de su visión, las alianzas internacionales jugarán un papel crucial para consolidar su proyecto de gobierno. China, como socio emergente, se perfila como un actor clave en esta nueva etapa de la relación México-mundo, generando nuevas oportunidades de inversión, infraestructura y cooperación en tecnología, ciencia y energía.
Un Futuro de Cambio Inevitable.
La Cuarta Transformación no es simplemente un eslogan político, es una realidad que ha comenzado a redefinir las estructuras de poder en México. Con López Obrador dejando un legado de cambio profundo y Claudia Sheinbaum preparándose para liderar el próximo sexenio, el futuro de México estará marcado por un proceso de consolidación de un modelo de gobernanza basado en la justicia social, la equidad y el bienestar de los más vulnerables.
Este nuevo ciclo también marcará el fin del capitalismo rapaz que ha prevalecido en el país. En su lugar, emerge una visión más inclusiva y justa, donde las alianzas internacionales, como la que se está tejiendo con China, desempeñarán un papel clave en el desarrollo del país. Este nuevo México que se perfila bajo la dirección de la 4T no solo será un México diferente, será un país más soberano, más justo y más comprometido con el bienestar de todos sus ciudadanos.
La era de la Cuarta Transformación sigue adelante, con nuevas reglas y jugadores en el tablero geopolítico, pero con la misma misión que Andrés Manuel López Obrador trazó desde el principio: transformar a México para las futuras generaciones.