Este modelo no habría sido posible sin la sincronía del alcalde Mendoza Acevedo con el Secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho.
Por: La Palabra Política.
Benito Juárez, CDMX 29 de abril del 2025.
En un momento en que la inseguridad golpea a gran parte de la capital, la Delegación Benito Juárez ha marcado la ruta para replantear el vínculo entre ciudadanía y gobierno. “Blindaje BJ 360°”, el programa insignia del alcalde Luis Mendoza Acevedo, va más allá del patrullaje: es un verdadero ejercicio de cercanía que refuerza la confianza y la prevención, paso a paso, vivienda a vivienda.

La estrategia arrancó con recorridos casa por casa en las 56 colonias de la demarcación, en los que elementos de seguridad no sólo levantaron reportes, sino que tendieron un puente humano con vecinos y vecinas. Entregar la tarjeta de la “Base Blindar” en mano —con números directos a servicios de emergencia, bomberos, protección civil y policía de proximidad— transformó la mera estadística de llamadas al 911 en un canal directo de diálogo ciudadano. La entrega simultánea de información para prevenir la violencia de género subraya, además, que la seguridad en Benito Juárez no es sólo detener delitos, sino construir entornos de respeto y bienestar.
Este modelo no habría sido posible sin la sincronía del alcalde Mendoza Acevedo con el Secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho. Aun siendo rivales de partido, ambos coincidieron en algo crucial: la seguridad no puede esperar a negociaciones ideológicas. Frente a la ola de ataques y robos en la capital, decidieron tejer puentes institucionales que colocan a la gente en el centro, más allá de colores y siglas.

El resultado salta a la vista: Benito Juárez no solo repite año con año los índices más bajos de incidencia delictiva, sino que además presume la percepción de ser la delegación más segura de la ciudad. Esa doble victoria —la estadística y la confianza ciudadana— responde a un esquema de prevención inteligente, basado en dos pilares: atender rápido los incidentes y evitar que ocurran.
“Blindaje BJ 360°” da clases de gobernanza: instala cercanía donde antes había desconfianza; convierte al policía en vecino; obliga a la administración pública a rendir cuentas cada vez que toca una puerta. Es un modelo replicable, porque devela lo que hace falta en buena parte de la capital: salir de los escritorios y poner el rostro en la calle, escuchar de verdad y actuar con prontitud.

En un entorno político lleno de declaraciones estruendosas, la silenciosa eficacia de Mendoza Acevedo y Vázquez Camacho demuestra que la paz social no se conquista con discursos, sino con pasos firmes, uno a uno, de colonia en colonia. Si la Ciudad de México aspira a recobrar la tranquilidad perdida, el “Blindaje BJ 360°” ofrece una brújula: la seguridad real brota de la empatía y la acción conjunta, más allá de pactos coyunturales, para convertirse en un derecho tangible de quienes viven en cada vivienda.