Monterrey tiene hoy a un líder que entiende que el poder se construye con paciencia, con inteligencia y con resultados.
Por: La Palabra Política.
Monterrey, Nuevo León 2 de junio del 2025.
En la política mexicana no existen terrenos planos ni caminos fáciles. Todo está sembrado de intereses, trampas, traiciones y poderosas estructuras que parecen inamovibles. Sin embargo, hay quienes han aprendido a moverse con sigilo, con inteligencia y, sobre todo, con estrategia. Uno de esos personajes es Adrián de la Garza Santos, actual alcalde de Monterrey, Nuevo León, una de las ciudades más importantes, influyentes y complejas del país.
Adrián de la Garza no es un improvisado ni un novato. Es un político con formación, experiencia y olfato. Sabe cómo se construyen las alianzas, cómo se negocian los pactos y cómo se desafía al poder cuando este se convierte en obstáculo. Su regreso a la alcaldía de Monterrey es la prueba más clara de que, incluso contra una marea naranja que parecía invencible, la voluntad, el trabajo y la estrategia pueden derrotar al aparato más aceitado.
La victoria de Adrián de la Garza frente a Movimiento Ciudadano no fue solo un triunfo electoral, fue una lección política. Derrotó al gobierno en funciones, al poder económico y a la maquinaria mediática que parecía imparable. ¿Cómo lo hizo? Con una propuesta sólida, con un proyecto serio, con una narrativa de orden, de seguridad, de trabajo tangible para los ciudadanos. No con promesas vacías ni con discursos huecos, sino con una visión de ciudad moderna, funcional y cercana a la gente.
Desde su llegada al gobierno municipal, De la Garza ha comenzado a cimentar los pilares de una administración que pone el énfasis en cinco áreas clave: Seguridad Pública, Salud, Educación, Infraestructura e Innovación. Pero, más allá de los rubros, su sello distintivo ha sido la participación ciudadana, la transparencia en el uso de recursos y la cercanía con los regiomontanos.
No se trata solo de gobernar bien, se trata de gobernar con visión de futuro, con rumbo, con la mira puesta en algo más grande: la gubernatura de Nuevo León. Y aunque él no lo ha dicho abiertamente, su trabajo actual es la mejor carta de presentación para lo que viene.
“Sé que juntos con voluntad y trabajo coordinado, podremos construir las soluciones que nuestras ciudades necesitan”.
Adrián de la Garza Santos
Alcalde de Monterrey
El camino hacia el 2027 está lleno de obstáculos. Movimiento Ciudadano no se rendirá fácilmente. El poder económico que respalda a sus figuras más visibles seguirá operando. Pero Adrián de la Garza ha demostrado que no teme a los gigantes, que sabe caminar entre minas sin perder el paso y que cada acción de gobierno es un ladrillo más en la construcción de su proyecto político.
Hoy, como alcalde, no busca reflectores ni protagonismos. Busca resultados. Sabe que lo que verdaderamente lo colocará en la contienda estatal no será un discurso bonito, sino un gobierno efectivo, honesto, tangible. Y en eso, está dando pasos firmes.
Monterrey tiene hoy a un líder que entiende que el poder se construye con paciencia, con inteligencia y con resultados. Adrián de la Garza Santos no solo está gobernando una ciudad: está preparando el terreno para disputar el futuro político de Nuevo León.
Y como en todo camino minado, solo quien sabe caminar con precisión llegará al final.
